El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya firmó la orden que confirma el aumento salarial para los empleados federales en 2026 (Foto: AFP / Freepik)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya firmó la orden que confirma el aumento salarial para los empleados federales en 2026 (Foto: AFP / Freepik)

Cada ajuste salarial impacta directamente en el poder adquisitivo, el costo de vida y la estabilidad financiera de miles de familias hispanas que dependen de empleos federales en Estados Unidos. Por eso, el aumento para los empleados del gobierno sigue siendo uno de los temas más comentados dentro del sector público.

Este 2026, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que define el aumento anual para los trabajadores federales. Aunque el anuncio parece alentador, muchos empleados lo reciben con cautela por el modesto ajuste aprobado y las condiciones que lo acompañan.

Donald Trump ya confirmó el aumento salarial para los empleados federales en Estados Unidos (Foto: AFP)
Donald Trump ya confirmó el aumento salarial para los empleados federales en Estados Unidos (Foto: AFP)

¿DE CUÁNTO SERÁ EL AUMENTO SALARIAL FEDERAL EN 2026?

La orden firmada por Trump establece un incremento general del 1% para empleados civiles del gobierno federal. Se trata del aumento más bajo desde 2021 y, según el comunicado publicado por la Casa Blanca, entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2026.

El documento oficial y las nuevas tablas salariales publicadas por la Oficina de Administración de Personal (OPM) detallan que este incremento no incluye los ajustes por localidad, lo que afecta especialmente a quienes viven en zonas de alto costo, como California, Nueva York o Washington D. C.

Según datos de la OPM, más del 85% de los empleados federales residen en áreas donde el costo de vida supera el promedio nacional, por lo que la ausencia de un ajuste territorial podría reducir el impacto real de este aumento.

EJEMPLOS DEL IMPACTO REAL DEL AUMENTO

Aunque recibir un aumento siempre parece positivo, su efecto práctico es limitado. En promedio, un trabajador federal con un salario de US$70,000 al año recibirá un incremento de apenas US$700 brutos en 2026. Sin embargo, las primas del Programa de Beneficios de Salud para Empleados Federales (FEHB) subirán más del 12%, según la OPM.

Esto significa que muchos empleados podrían terminar ganando menos en términos reales, pues el costo de su seguro médico y otros gastos básicos se elevará más rápido que su salario.

¿A QUIÉNES APLICA EL AUMENTO Y QUIÉNES QUEDAN FUERA?

El aumento del 1% beneficiará principalmente a los empleados civiles federales, entre ellos trabajadores de agencias como el IRS, Departamento de Transporte, Educación, Seguridad Nacional y Servicios de Salud.

Sin embargo, no aplica a los empleados del Poder Legislativo o Judicial, ni tampoco a los contratistas federales. En algunos casos, los supervisores o personal con cargos de confianza podrían recibir ajustes diferenciados determinados por la OPM.

AUMENTO ESPECIAL PARA FUERZAS ARMADAS Y PERSONAL DE SEGURIDAD

El personal militar verá un incremento salarial del 3.8% en 2026. Asimismo, algunos empleados civiles vinculados a fuerzas del orden público o sectores críticos de seguridad nacional podrían calificar para un aumento combinado de hasta 3.8%, aunque la orden ejecutiva no precisa aún los cargos elegibles.

La Oficina de Administración de Personal (OPM), dirigida por Scott Kupor, deberá identificar qué trabajadores califican para este beneficio adicional y publicará las notificaciones oficiales en las próximas semanas.

Miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos verán un incremento mayor (Foto: AFP)
Miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos verán un incremento mayor (Foto: AFP)

CONTEXTO LABORAL Y POLÍTICO DEL AJUSTE

El aumento llega en un momento delicado. El gobierno enfrenta recortes presupuestarios, cierres parciales y debates sobre la eficiencia del aparato federal. Durante 2025, varios empleados enfrentaron retrasos en pagos y congelamientos de contrataciones.

Expertos en relaciones laborales —como Jessica Klement, analista de la National Active and Retired Federal Employees Association (NARFE)— señalan que el aumento del 1% “no compensa la pérdida del poder adquisitivo acumulada en los últimos años y refleja una tendencia de contención fiscal que prioriza la reducción del déficit sobre la calidad de vida de los empleados públicos”.