El 20 de agosto de 1989, la mansión de la familia Menendez se convirtió en escenario de un trágico suceso: José Menendez y su esposa Kitty fueron asesinados por sus hijos Lyle y Erik, de 21 y 18 años respectivamente. En 1996, después de dos juicios, ellos fueron sentenciados a cadenas perpetuas sin posibilidad de salir en libertad. A pesar de que sabemos cuál fue el destino de los hermanos, muchos se preguntan qué pasó con su lujosa residencia. En los siguientes párrafos, te lo contamos.
Ninguno negó haber asesinado a sus progenitores, pero aseguraron que lo hicieron porque su padre lo agredía sexualmente desde que eran niños, apoyado por su madre, algo que los llevó a vivir con miedo todo el tiempo. El jurado rechazó sus afirmaciones y consideró que ambos actuaron por ambición para quedarse con la millonaria herencia.
Actualmente, la mansión donde Lyle y Erik Menendez asesinaron a sus padres, y donde vivieron derrochando dinero tras cometer el crimen hasta ser detenidos, pertenece a otra persona, que compró la propiedad en marzo de este 2024 por US$17 millones, una cifra por debajo de la que se estaba ofertando en un inicio: US$19,999,500 cuando salió al mercado el 1 de diciembre de 2023, publica Realtor.com.
Al respecto, el tasador forense Orell Anderson, presidente de Strategic Property Analytics, consideró que el valor de la mansión fue un 25% inferior de su precio real. Precisó que cuando las viviendas donde ocurrieron asesinatos muy publicitados entran al mercado inmobiliario, también conocidas como propiedades estigmatizadas, casi siempre tienen descuentos de 10% a 15%.
“Es realmente el vudú malo que entra en juego cuando se compra una casa para vivir con la familia lo que puede asustar a la gente. Casi siempre suele haber un descuento, pero a veces las compran personas a las que no les preocupan estas cosas”, señaló a Realtor.com.
Se desconoce la identidad del nuevo dueño. En cuanto al inmueble se trata de una villa de estilo mediterráneo de siete habitaciones y 9,063 pies cuadrados, donde hay una cancha de tenis privada, una piscina, una casa de huéspedes, entre otras comodidades. Fue construida originalmente en 1927 y rediseñada en 1984 por el magnate inmobiliario Mark Slotkin. Está ubicado en Elm Drive, Beverly Hills. La mansión fue vendida a José Menendez en 1988 por US$4 millones.
Antes de la última compra de este 2024, la mansión perteneció a Sam Delug, un ejecutivo de telecomunicaciones, que la adquirió en 2001 por el precio de US$3,7 millones.
Si seguimos retrocediendo en el tiempo, en 1993 perteneció guionista de novelas de misterio para televisión William Link, cocreador de “Murder, She Wrote”, quien desembolsó US$3,6 millones.
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