Una joven australiana ha demostrado que es posible tanto viajar por el mundo como comprar una casa antes de cumplir 25 años. Natasha Etschmann, coautora del libro “Cómo no trabajar para siempre”, inició su vida laboral a los 14 años y a los 22 ya había adquirido un departamento en la ciudad de Perth. Actualmente, con 26 años, cuenta con un patrimonio neto valorizado en más de medio millón de dólares. Conoce su historia.
En conversación con el medio Daily Mail, Natasha señaló que ser financieramente inteligente no significa renunciar a alguna meta, pues ha viajado mucho durante su juventud. “A menudo la gente piensa que mi vida ha sido muy aburrida, pero en realidad ha sido todo lo contrario”, comenta.
La joven trabajó en diversos lugares, desde restaurantes hasta cadenas de ropa y estadios de fútbol. Además, fue recepcionista, profesora de natación y trabajadora de apoyo.
Durante años, trabajó incansablemente para ganar dinero cuando no estaba estudiando, llegando a trabajar hasta 64 horas semanales como trabajadora de apoyo, donde le pagaban por dormir.
Para financiar sus viajes, Natasha fue muy prudente en sus gastos: ahorraba todo lo que podía durante el año y eligiendo destinos en función de las ofertas más baratas. “No salía a comprar bebidas, trabajaba lo mejor que podía y realmente tenía que justificar todo lo que gastaba”, explica.
Durante sus vacaciones, se alojaba en albergues baratos, optaba por autobuses nocturnos en lugar de vuelos y vivía como una mochilera. Una vez, recuerda, compró un vuelo a China por solo $200 desde Perth.
Su objetivo era gastar entre $30 y $50 por día, viajando fuera de temporada para obtener mejores precios, evitando tours costosos y reservando actividades directamente en el país para ahorrar dinero.
Natasha demuestra que es posible viajar mientras se ahorra para una casa, siempre que se tenga la mentalidad adecuada y se use el dinero sabiamente. Compró su primer apartamento de $295,000 con un depósito de $52,000 más $10,000 adicionales de una subvención para compradores de primera vivienda.
Durante los últimos cinco años, su cartera ha crecido gracias a sus decisiones inteligentes y a sus inversiones. Prefiere una regla de “establecer y olvidar” cuando invierte en el mercado de valores y actualmente tiene más de $131,000 allí, cifra que ha aumentado en $20,000.
Además, ha invertido en un fondo cotizado en bolsa (ETF) de índice amplio que consiste en una canasta de empresas, lo que reduce el riesgo.
Aunque comprar su primera casa siempre fue una prioridad, logró hacerlo realidad en 2020. La propiedad, ubicada en Perth, ha aumentado su valor en $100,000.
Si lo desea, puede utilizar el valor de la hipoteca para comprar otra propiedad, algo que planea hacer el próximo año.
Durante los últimos años, su salario ha variado entre los $80,000 y $130,000, dependiendo del trabajo y las horas. Actualmente trabaja por cuenta propia, pero sabe que puede conseguir un trabajo fácilmente en apoyo o terapia ocupacional si lo necesita.
La joven cuenta que Google ha sido su herramienta más poderosa para investigar en qué invertir. Ha invertido parte de los ahorros en el mercado de valores para crear una fuente de ingresos pasivos, que están sujetos a impuestos a una tasa mucho más baja en comparación con los ingresos laborales.
Aunque reconoce que no todos tendrán dinero para invertir, insiste en la importancia de ser consciente del impacto de las decisiones financieras a largo plazo.
“A menudo me preguntan por qué me gusta ahorrar e invertir y por qué me preocupo tanto por el dinero, pero no estoy obsesionada con el dinero; estoy obsesionada con la libertad que viene con la seguridad financiera”, detalló.
“La libertad que te permite trabajar menos, viajar por el mundo y tomar decisiones de vida basadas en lo que quieres hacer, no en lo que necesitas hacer para sobrevivir”, concluyó.
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