Después de 36 años del lanzamiento de “Beetlejuice”, la esperada secuela de la película de Tim Burton llega a la pantalla gigante. Aunque es considerado un clásico del cine y la cultura pop, las nuevas generaciones pueden ver la secuela sin saber qué ocurrió realmente en la cinta original de 1988. Definitivamente, te recomendamos verla, no solo para que entiendas la historia de los personajes, sino también porque es una experiencia descabelladamente divertida en sí misma. Y lo mejor es que puedes disfrutarla en streaming.
La comedia de fantasía y terror original se estrenó el 30 de marzo de 1988 y sigue a una pareja que, tras fallecer, ve cómo su hogar es ocupado por una nueva familia que altera su paz en el más allá. Desesperados por recuperar su tranquilidad, convocan al fantasma Betelgeuse, interpretado por Michael Keaton, para asustar a los nuevos ocupantes. Sin embargo, en lugar de solucionar sus problemas, el fantasma desata un caos mayor, transformando la situación en una serie de eventos tan aterradores como hilarantes.
En aquel entonces, Winona Ryder, quien daba vida a Lydia Deetz, la hija de los nuevos inquilinos, tenía apenas 16 años. Hoy, con 52 años, Ryder regresa para “Beetlejuice 2″, acompañada por su hija en la ficción, interpretada por Jenna Ortega, para embarcarse en nuevas y emocionantes aventuras en el inframundo.
Si te mueres de ganas por revivir la icónica película de “Beetlejuice” de 1988, estás de suerte. La cinta está disponible en el catálogo de Max, antes conocido como HBO Max. Así que, si ya tienes una suscripción, solo es cuestión de buscarla y darle play.
Si aún no estás suscrito, Max te ofrece tres opciones: el plan con anuncios por US$9,99 al mes, el plan sin anuncios por US$16,99 al mes, y para los que quieren la mejor calidad, el plan de US$20,99 al mes con transmisión en 4K Ultra HD.
Los precios pueden variar dependiendo de tu región, pero cualquiera que elijas te dará acceso a la espeluznante y divertida aventura de Betelgeuse.
La película original de “Beetlejuice” es más corta que su secuela, con una duración de tan solo 92 minutos, lo que equivale a una hora y 32 minutos de pura diversión y locura sobrenatural. Perfecta para una noche de cine sin comprometer demasiado tiempo.
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