- El gobernador de Texas se enfrenta a la política migratoria de Joe Biden
- Florida también aprobó una dura ley de inmigración
El gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, se ha tomado muy en serio su política para frenar la migración ilegal hacia su estado y, por ello, viene creando leyes, colocando boyas en el río Bravo y viene levantando barreras con alambre de púas, que pueden desangrar a quienes intenten cruzar desde México hacia Estados Unidos.
El 18 de diciembre firmó una ley que criminaliza la entrada ilegal desde México, así como otras dos relacionadas a la seguridad fronteriza, que son un claro desafío al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a las normas federales.
Pero, además, de eso, mientras continúa la batalla judicial por las boyas en el Río Grande, Abbott implementó una nueva medida en Brownsville para impedir el cruce desde la ciudad mexicana de Matamoros de los miles de inmigrantes que intentan llegar a Estados Unidos. Conoce de qué trata.
El muro tiene 2,5 metros de altura, 4 metros de ancho, y está envuelto en alambre de púas para disuadir a las personas de intentar escalarlo y lastimarse.
Un reportaje de la estación de televisión Ksat muestra a los extranjeros indocumentados que tratan de entrar a Texas colocando sábanas, colchones o trapos sobre los alambres para así evitar que las púas u hojillas los corten cuando avancen en su ruta.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza están autorizados a cortar la alambrada en casos de emergencia, como cuando un migrante al otro lado necesita asistencia médica. Pero los funcionarios de Texas han argumentado que los agentes federales también lo cortaban para ayudar a los grupos que cruzaban ilegalmente a través del río antes de llevarlos a procesamiento.
El expresidente republicano Donald Trump, posible rival de Biden en estos comicios generales, declaró que los migrantes “envenenan la sangre” de Estados Unidos.
Tanto Gregg Abbott como Trump son partidarios de levantar un muro a lo largo de la frontera con México y de expulsar masivamente a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos que huyen de la violencia y la pobreza.
Los demócratas también llevan a cabo repatriaciones aceleradas para los migrantes que eluden las “vías legales” que han introducido para entrar a Estados Unidos.
Solo en octubre 2023 las autoridades estadounidenses interceptaron 240,988 veces a migrantes en situación irregular en la frontera con México, según datos oficiales. Fueron más de dos millones en lo que va de año.
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