En Semana Santa es tradición empezar el tiempo de reflexión bendiciendo los ramos de olivo durante el Domingo de Ramos para colocarlos en un lugar especial del hogar; sin embargo, no es lo único que puedes hacer. Además de recorrer las 7 iglesias, elevar oraciones, ayunar o dejar de comer carne en Viernes Santo, también es importante que compres algunos claveles y los tengas en un florero junto a un altar o imagen religiosa, ¿por qué? Hoy te cuento el significado espiritual de la también llamada ‘flor de agua’.
Los claveles son plantas herbáceas con llamativos colores. Su nombre científico es Dianthus caryophyllus y significa Flores de los dioses.
En esta fecha tan importante para el catolicismo, muchas personas llevan a cabo diversas prácticas espirituales como el ayuno o penitencia, pero otras también le dan un espacio a los rituales esotéricos. Tener claveles en casa combina el simbolismo religioso y prácticas del Feng Shui.
En el cristianismo, el clavel rojo simboliza la sangre derramada por Jesucristo y su sacrificio al morir en la cruz, mientras que los claveles blancos representan la pureza de la Virgen María.
Incluso hay quienes recuerdan una leyenda que precisa que los claveles aparecieron después de la crucifixión de Jesús y crecieron en los lugares donde cayeron las lágrimas de su madre, es por eso que también simbolizan el amor maternal.
“Según una leyenda cristiana, los claveles aparecieron originalmente después de la crucifixión de Cristo y crecieron en los lugares donde las lágrimas de la Virgen María cayeron a la tierra. Se dice que así fue como el clavel se asoció con el amor de una madre”, explicó ‘Stems with style’, un blog enfocado en flores y plantas.
Ahora, si hablamos del Feng Shui, esta planta puede atraer energía positiva y los de color rosado representan admiración, respeto, paz, amor y sinceridad, sentimientos que deben predominar durante la Semana Santa.
En resumen, tener claveles en el hogar durante la Semana Santa es un recordatorio de los valores de la fe, el sacrificio de Jesús y el gran amor de la Virgen María.
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