Los dos parques que fueron inaugurados en agosto de 2024 en Nueva York y que demandaron un presupuesto de US$20 millones, tienen un gran problema: casi nadie los usa porque han sido tomados por indigentes y drogadictos.
El lunes 19 de agosto de 2024, la concejal Julie Won y funcionarios de Parques de la Ciudad de Nueva York cortaron la cinta inaugural de dos nuevos parques en Woodside y Maspeth con solo una hora de diferencia.
“El nuevo parque para perros Noonan Playground y el parque Maspeth brindan a nuestros vecinos acceso a espacios al aire libre seguros, hermosos y locales. Estoy emocionada de celebrar la apertura de estos parques tan esperados, que no serían posibles sin nuestro apoyo conjunto con la comunidad”, dijo ese día la concejal Julie Won.
Los parques han sido largamente esperados, pero no han tenido el impacto ni el uso, realmente, esperado.
La ciudad de Nueva York ha gastado un total combinado de US$20,3 millones en dos parques. Se trata del parque infantil L/CPL Thomas P. Noonan Playground Dog Run, en Queens, que demandó US$2,5 millones de la oficina del alcalde; y el parque Maspeth, que recibió US$17,8 millones del Departamento de Transporte del Estado de Nueva York. Ahora solo falta que los residentes puedan usarlos.
El parque infantil L/CPL Thomas P. Noonan Playground Dog Run, ubicado en 42nd Street y Greenpoint Avenue, en Sunnyside, es una obra demandada desde hace años por los residentes locales. La zona para perros, inaugurada el 19 de agosto, demandó US$2,5 millones.
El parque tiene problemas de accesibilidad durante años, de acuerdo con los testimonios de familias locales a The Post. Pero hay algo que preocupa más: un grupo de hombres sin hogar vive en el terreno y se ducha en el área de juegos acuáticos para niños, ensucian los baños y se desmayan, desnudos y drogados, en el patio de juegos de los niños.
“Una pandilla de hombres sin hogar se mudó al patio de juegos de los niños después de que se renovó el parque para perros donde solían dormir”, contó al medio la vecina María, de 43 años. Un empleado del parque, por su parte, reveló que media docena de hombres ha estado “usando el baño en todo el parque” y sus desordenados actos han llevado a los trabajadores del parque a cerrar el baño de mujeres.
Las reuniones ilícitas aumentan hasta 25 personas los fines de semana y se traducen en peleas, consumo de drogas... Hasta dejan pipas de crack y agujas en el piso.
Cristian Humala, un residente de 39 años, detalló que “usan los aspersores para ducharse todo el tiempo, incluso cuando hay niños”.
El Parque Maspeth, financiado por el estado con US$17,8 millones, ha sido prácticamente una ciudad fantasma desde su apertura bajo el Puente Kosciuszko en 2023.
Está en una zona industrial y manufacturera aislada en la calle 54 y la calle 43, a más de una milla de la estación de metro más cercana, y carece de la señalización y la iluminación adecuadas para que los transeúntes puedan encontrarlo.
Elvis Mazzotta, un residente de 36 años, contó a The Post que casi no va nadie al parque. “Nadie sabe nada de esto. Soy el único aquí, siempre”, dijo, al tiempo de revelar que no hay estacionamiento público disponible durante la semana, por lo que se tiene que hospedar en la acera. Karen Narvaez en tanto, pese a que reside a media milla del parque, dice que sus hijos no pueden caminar hasta allí debido a los cortes de la autopista que atraviesan el área.
El parque carece de muchos espacios verdes, pero cuenta con canchas de baloncesto, equipos de ejercicio, mesas de juego e incluso iluminación deportiva profesional para la recreación después del anochecer.
La concejal Julie Won, cuyo distrito incluye tanto Maspeth Park como Noonan Playground, dijo que las personas que duermen en los parques son un “problema generalizado en toda la ciudad y no se limita a Noonan Playground”. En ese sentido añadió que la ciudad está atravesando una crisis de vivienda asequible.
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