El coleccionismo de monedas es un pasatiempo en el que se invierte mucho dinero para conseguir las mejores piezas (Foto referencial: Freepik)
El coleccionismo de monedas es un pasatiempo en el que se invierte mucho dinero para conseguir las mejores piezas (Foto referencial: Freepik)

Recientemente, una del siglo XIX, un Rijksdaalder de 1898, alcanzó un precio impresionante de 453.600 euros (aproximadamente US$500,000) en una subasta, convirtiéndose en la segunda más valiosa de la historia de la numismática de los Países Bajos. El evento, organizado por Heritage Auctions Europe en IJsselstein, fue descrito por el subastador Jacco Scheper como una experiencia cargada de tensión, con una atmósfera de gran incertidumbre mientras los participantes competían por hacerse con la pieza.

El rijksdaalder, acuñado en oro, fue diseñado por el escultor Pier Pander y presenta la imagen de la joven reina Guillermina, quien en 1898 tenía tan solo 18 años. El valor original de esta moneda era de dos florines y medio, y se conoce por ser una de las dos únicas de su tipo que se fabricaron. Esto la hace extremadamente valiosa para los coleccionistas, quienes compiten por adquirir piezas únicas de la numismática mundial.

SOLO HAY DOS MONEDAS DE ESTE TIPO

La venta de esta pieza histórica también resalta el interés creciente en las monedas holandesas raras. Su anterior propietario, la colección Coenen, es reconocida como una de las más grandes colecciones numismáticas de los Países Bajos. Este rijksdaalder es considerado un verdadero tesoro para los coleccionistas, dado que solo se han conservado dos ejemplares, y el otro se encuentra en el Banco Nacional de los Países Bajos.

Esta moneda de oro de los Países Bajos ha sido vendida en casi US$500,000 (Foto: Jacco Scheper)
Esta moneda de oro de los Países Bajos ha sido vendida en casi US$500,000 (Foto: Jacco Scheper)

UN ANTECEDENTE SIMILAR

Esta subasta se produce en un contexto donde las piezas raras continúan alcanzando precios récord. De hecho, Heritage Auctions Europe también fue responsable de la venta de la moneda más cara de la historia de los Países Bajos, una de 25 centavos de 1891, que alcanzó la cifra récord de 1.045.000 euros en mayo de este año. Este ejemplar de plata también es extremadamente raro, ya que solo existen dos ejemplares, uno de los cuales pertenece a la colección del banco central.

El Rijksdaalder de 1898 es un claro ejemplo de cómo los objetos históricos de valor numismático pueden atraer sumas millonarias en el mercado de coleccionistas. Además, esta venta subraya el continuo interés por la historia monetaria de los Países Bajos, que sigue siendo una de las más ricas y variadas de Europa.