FOTOGALERÍA. El trabajo en equipo es fundamental en cualquier empresa. De hecho, es una de las capacidades más valoradas a la hora de empezar nuestra trayectoria profesional, dado que es muy probable que el trabajo que vayas a desempeñar durante gran parte de esta sea en el seno de un equipo o con colaboradores, según Emprendedores.
Sin embargo, trabajar en equipo no siempre es fácil. Para trabajar bien en equipo es muy importante identificar cuáles son las fortalezas y debilidades de cada miembro, de manera que sea posible asignar a cada uno un rol determinado en función de sus conocimientos o de sus habilidades.
Además, es necesario lograr generar un buen ambiente, o contribuir a él, y tener buenas relaciones con el resto de los miembros del equipo. Es la única manera de que todos se sientan parte del grupo y que quieran remar en la misma dirección.
Las ventajas del trabajo en equipo
El trabajo en equipo es muy beneficioso de cara a la productividad de las empresas, ya que la unión de los conocimientos y aptitudes de los diferentes miembros es mucho más potente que la suma de sus capacidades individuales.
Entre las ventajas más obvias del trabajo en equipo podemos citar las siguientes:
● Incrementa la calidad del trabajo.
● Se alcanzan ideas más ricas, mejores decisiones y soluciones más eficientes.
● Fomenta la creatividad.
● Contribuye a un clima laboral más afable y dinámico.
● Mejora el compromiso con los proyectos.
● Mejora la comunicación.
● Aumenta la productividad.
Hemos preguntado a Rubén Martín, empresario, conferenciante, formador y experto en Marca Personal, qué habilidades esenciales ha de tener un profesional para trabajar en equipo con éxito.
Es esencial que en un equipo reine la armonía, ya que, en caso contrario, las colaboraciones podrían acabar como el rosario de la aurora. Por ello, las recomendaciones de Rubén son muy valiosas para tener en cuenta e incorporar a tu repertorio. Las repasamos:
1. Cada miembro del equipo debe tener asignadas unas funciones y unos roles que debe conocer de antemano.
Es decir, debe saber qué funciones ha de desarrollar en la empresa y cuáles no le corresponden. Esto último es muy importante, ya que no hay nada peor que hacerse cargo de tareas que corresponden a otro miembro del equipo, por ejemplo.
2. Establecer objetivos comunes para el equipo.
Es decir, cada miembro del equipo ha de tener unos objetivos individuales, pero a la vez compartirá objetivos comunes con el resto de los integrantes. Así, se mejora la comunicación dentro del equipo y todos tendrán claro qué deben conseguir a título individual, y cuáles son las metas como grupo.
3. Crear un sentido de pertenencia.
Sentirse partícipes de algo hace que las personas se esfuercen por remar en la misma dirección, sirve como motivación extra y hace que todos tengan un propósito más allá de su interés individual.
4. Involucrar al equipo en las decisiones y delega responsabilidades.
Al involucrarse en una tarea, las personas toman la responsabilidad de llevarla a cabo, de esta manera se va a sentir más integrado en el equipo, se va a sentir más valorado y comprometido con los procesos.
5. Motivación de la responsabilidad.
Esta habilidad es muy interesante porque gracias a ella conseguirás no solo agilizar la gestión, sino fomentar el espíritu creativo y de resolución de problemas que llevará al equipo hacia el éxito. Cuando un miembro de tu equipo plantee un problema, trata de que la próxima vez, al tiempo que plantea el problema sugiera también una posible solución.
6. Evitar los problemas antes de que sucedan.
Los problemas suelen deberse, en muchos casos, a falta de comunicación a nivel interno en la empresa. Si conseguimos fomentar la comunicación fluida y frecuente con los miembros del equipo, por ejemplo, una vez a la semana al terminar la jornada, podremos interceptar los problemas cuando aún son manejables, e impedir que se vuelvan en nuestra contra si dejamos que sigan creciendo. ¿Cómo hacerlo sin que haya fricciones innecesarias? Una manera es proponer que cada miembro del equipo comunique tres cosas positivas de la semana de trabajo, y tres posibles mejoras al trabajo en equipo.
7. ¡Celebrar los éxitos!
Es crucial reconocer los méritos al ejecutar tareas, ya que de esta forma estaremos valorando a la persona, se sentirá mejor y parte del proyecto. Es bueno celebrar de forma individual y colectiva.
Rubén nos regala un bonus extra que es la comunicación. Es fundamental impulsar una buena comunicación, que sea fluida y que permita no solo afrontar problemas, sino para encontrar menos frenos y resistencias a la hora de trabajar codo con codo.