FOTOGALERÍA. Si has seguido las noticias sobre inversiones los últimos años, sin duda has visto mucha cobertura sobre criptomonedas. Cada vez que el Bitcoin experimenta un aumento o una caída dramática en su valor, los medios publican titulares que proclaman la muerte de las sivisasd digitales o un nuevo futuro en las finanzas, según el portal Entrepreneur.
No hace falta decir que estas dramáticas declaraciones han contribuido a que circulen una amplia gama de mitos sobre las criptomonedas y cómo se pueden usar. Separar los hechos de la ficción es esencial para comprender verdaderamente las implicaciones de estos activos digitales, tanto ahora como en el futuro.
Las criptomonedas se ha ganado la reputación de ser usadas para actividades ilegales, en parte debido al anonimato asociado con las plataformas de divisas digitales. Este anonimato proviene de la tecnología blockchain, que irónicamente es la misma tecnología que hace que todas las transacciones en la plataforma sean transparentes y públicas.
En realidad, la actividad delictiva representa una pequeña fracción de las transacciones que se realizan utilizando criptomonedas. Una investigación de Chainanalysis estima que solo el 0.34% de la actividad ‘cripto’ en 2020 se utilizó para actividades ilícitas. Un análisis similar de CipherTrace determinó que la actividad delictiva representaba menos del 0.5% de las actividades de criptomonedas.
Si bien estos análisis no son perfectos (los críticos señalan que un análisis de este tipo solo es completamente preciso cuando se realiza años después del hecho), sirven como un indicador claro de que la mayoría de los usuarios de tokens digitales los están utilizando para medios legítimos.
Muchos inversores potenciales de criptomonedas se asustan por su naturaleza inherentemente tecnológica. Ya que las criptomonedas generalmente operan fuera de las bolsas de valores tradicionales, se puede hacer creer a los consumidores que necesitan comprender la programación o la codificación para realizar cualquier tipo de transacción.
Leif Ferreira, fundador y CEO de Bit2Me, desacreditó rápidamente este mito durante una plática reciente, explicando: “Las criptomonedas son como muchos otros productos tecnológicos que usamos hoy. No necesitas saber cómo funciona la programación de los teléfonos inteligentes para usar una aplicación. Del mismo modo, la disponibilidad de carteras e intercambios criptográficos hace que cualquiera pueda comprar o vender criptomonedas. En realidad, no es tan diferente de cómo administrarías las inversiones financieras tradicionales. Necesitas conocimientos financieros para realizar inversiones inteligentes, pero la codificación se gestiona en el back-end”.
La realidad es que cualquiera puede invertir en criptomonedas, solo necesitan comprender los riesgos y beneficios potenciales para poder tomar una decisión informada sobre en qué tokens digitales quieren invertir.
Las criptomonedas y la cadena de bloques están estrechamente entrelazadas, pero esto no significa que sean lo mismo. Blockchain es la tecnología en la que se basa la criptomoneda y también se está utilizando para muchas otras aplicaciones, como compartir datos médicos, rastrear regalías musicales y monitorear la logística. La transparencia y seguridad de blockchain lo hacen muy atractivo para estas y otras funciones.
Las criptomonedas utilizan técnicas de cifrado de blockchain para verificar cuándo se transfieren los fondos. Cuando ocurre una transacción, una red de nodos usa algoritmos para verificar la transacción y crear un bloque permanente que se agrega a la cadena de bloques. Esto sirve como un registro inalterable de la transacción.
En otras palabras, el blockchain ayuda a impulsar la criptomoneda; sin ella, la criptomoneda no existiría como la conocemos. Cada transacción realizada con un token digital también se registra permanentemente en la cadena de bloques. Esta transparencia y estabilidad pueden convertirse en una gran ayuda para quienes necesiten auditar transacciones anteriores.
La verdad clave: las criptomonedas llegaron para quedarse
A pesar de sus altibajos, una cosa ha quedado clara en los últimos años: más personas y empresas están adoptando las criptomonedas como nunca antes. Si bien todavía tiene muchos críticos (Warren Buffet las comparó con la locura holandesa de los tulipanes del siglo XVII), esta opinión parece estar convirtiéndose en la minoría.
Inspirados en criptomonedas como Bitcoin, países como China y las Bahamas están introduciendo sus propias monedas digitales, diseñadas para operar de manera similar a las criptomonedas, pero con un mayor control institucional.
Muchas marcas importantes también están comenzando a aceptar pagos con criptomonedas, incluso si la forma en que las usan puede variar. Por ejemplo, Home Depot utiliza escáneres digitales que convierten instantáneamente los pagos recibidos con Bitcoin en dólares. Starbucks cuenta con un sistema similar para permitir pagos con criptomonedas a través de su aplicación. Por otro lado, Microsoft acepta pagos de Bitcoin para productos digitales desde 2014.
La capacidad del Blockchain para facilitar los llamados ‘contratos inteligentes’ también está acelerando la aceptación de las criptomonedas. Los analistas esperan que los tokens digitales y las plataformas de criptomonedas ayuden a quienes realizan grandes compras como casas o automóviles, y que los contratos digitales asociados a la compra ayuden a eliminar la necesidad de terceros que estarían involucrados en una transacción tradicional.
¿Cómo utilizarás las criptomonedas?
Si bien muchos de los mitos que he esbozado están demostrando ser bastante persistentes, no se puede negar que las criptomonedas se utilizan y aceptan cada vez más para varias transacciones. Tanto inversores como propietarios de empresas harían bien en tomarse en serio las criptomonedas y considerar cómo podrían afectar sus actividades financieras futuras.
Al igual que con cualquier otro tipo de inversión, existen muchos riesgos debido a la volatilidad de estos tokens digitales. Al mismo tiempo, la aceptación y las aplicaciones cada vez mayores de las criptomonedas indican que las recompensas probablemente superarán con creces los riesgos.