Fitch Ratings anunció este miércoles que ha bajado la calificación de emisor Issuer Default Rating (IDR) a largo plazo en moneda local de Perú a ‘BBB+’ con perspectiva estable desde ‘A-’; mientras que mantuvo la IDR en moneda extranjera a largo plazo en ‘BBB +’, también con perspectiva estable.
Fitch ya no considera que las finanzas públicas del Perú son una fortaleza en relación con sus finanzas externas. Se pronostica que las medidas de gasto y la pérdida de ingresos a causa de la pandemia del coronavirus elevarán la relación deuda pública / PBI a 31.9% en el 2020, frente a 26.8% en el 2019.
Esto se compara con un mínimo de 19.2% en el 2013, antes de las exenciones de normas presupuestarias para los shocks climáticos y precios del cobre. Fitch utiliza deuda no financiera del sector público para sus cifras de deuda pública general.
Se espera que el Perú agote su fondo de estabilización fiscal y use otros saldos líquidos de fondos públicos en el 2020, dejando al gobierno pocos activos líquidos para enfrentar futuros shocks (el uso de depósitos subnacionales restantes está legalmente restringido).
En contraste, Fitch espera que las cuentas externas sean relativamente resistentes al shock actual, respaldadas por sólidas reservas de liquidez externas y una posición neta de acreedores externos.
Como resultado, Fitch considera que los perfiles de crédito en moneda local y extranjera del Perú se han vuelto indistinguibles, en línea con lo estándar para los soberanos con grado de inversión, en particular dada la participación no residente de 50% en bonos denominados en soles.
En consecuencia, Fitch ha eliminado la anterior mejora de un escalón de la IDR en moneda local a largo plazo y la ha igualado con la IDR en moneda extranjera a largo plazo de acuerdo con sus criterios de calificación soberana.
“Perú está experimentando una fuerte contracción económica debido a las amplias medidas de contención del coronavirus y un aumento sustancial de la deuda pública como resultado de la respuesta de políticas. Sin embargo, las calificaciones del país están respaldadas por un sólido balance externo, un marco macroeconómico creíble y consistente de larga data, y sólidas perspectivas de recuperación económica”, explicó la agencia.
Fitch espera que la economía peruana se contraiga 5.5% en el 2020, con riesgos a la baja. La actividad económica cayó 16% interanual en marzo, contribuyendo a una contracción del PBI de 3.4% interanual en el primer trimestre de este año, en tanto el empleo en Lima cayó un 20% interanual en el periodo de febrero a abril del 2020, y los impuestos al valor agregado cayeron un 34% interanual en abril.
Entre los factores que podrían, individual o colectivamente, conducir a una acción de calificación positiva están un mayor crecimiento que reduzca la brecha de ingresos del Perú en relación con los soberanos con calificaciones más altas; una mejora estructural de los estándares de gobernanza y capacidad institucional fortalecida; y mejoras significativas en los balances fiscales y externos del Perú y reducción material de la dolarización financiera.
Por otro lado, los factores que podrían llevar a una calificación negativa incluyen el debilitamiento de la consistencia y credibilidad del marco de política macro o fiscal, así como de las perspectivas de crecimiento económico, y la incapacidad de reducir el déficit público en el período posterior a la pandemia, que resulte en un aumento significativo del ratio deuda pública / PBI.