Wienerberger, el mayor fabricante mundial de ladrillos, anunció que abandonará Rusia tras vender sus operaciones a la dirección local de la empresa para que se mantengan los puestos de trabajo de la plantilla.
“El Grupo Wienerberger ha decidido vender sus operaciones en Rusia a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania”, señala en un comunicado el consorcio con sede en Viena.
Explica que “para preservar los puestos de trabajo de los empleados y garantizar la seguridad y la estabilidad de sus familias”, la dirección local “se hará cargo del negocio ruso” mediante la compra de las operaciones.
Se ha acordado no revelar el precio de la compraventa, añade.
“Estamos convencidos de que la asunción de nuestras actividades por parte de la dirección local es la mejor solución posible para garantizar la continuidad para todos”, subraya en la nota el director general de Wienerberger, Heimo Scheuch.
El volumen del negocio del consorcio en Rusia, país donde está presente desde el 2005, es de unos 40 millones de euros al año, cerca del 1% de los 4,000 millones de euros de la facturación total que registró el grupo el año pasado.
Wienerberger cotiza en la Bolsa de Viena y tiene actualmente 215 sedes de producción en diversos países.