El grupo automovilístico Volkswagen anunció que había suspendido su decisión sobre la construcción de una nueva fábrica en Turquía, afirmando que estaba “preocupado” tras el inicio de la ofensiva turca en Siria.
"El comité ejecutivo rechazó la decisión sobre la nueva fábrica", dijo un portavoz del fabricante. Estamos observando atentamente la situación y preocupados por los acontecimientos actuales".
Turquía lanzó el miércoles pasado una ofensiva en el noreste de Siria contra una milicia kurda apoyada por los occidentales en la lucha antiyihadista, pero a la que Ankara acusa de terrorismo.
Según el diario Handelsblatt, el grupo automovilístico decidió “estos últimos meses” instalar en Turquía su nueva planta de producción de Europa del Este, y no en Rumania o Bulgaria.
La fábrica representa una inversión estimada entre 1,200 millones y 1,500 millones de euros y debería dar empleo a unas 4,000 personas. La elección del país ya había suscitado la ira de varios diputados en el Parlamento Europeo, que acusaron a Turquía de prometer a Volkswagen grandes contratos públicos y subvenciones contrarias a la legislación europea.