Una empresa estadounidense especializada en préstamos para hipotecas despidió el pasado miércoles a más de 900 de sus empleados, cerca del 9% de la plantilla, a través de una videoconferencia de Zoom. Tras las reacciones en contra de la compañía llamada Better, el CEO Vishal Garg envió una carta interna, en la que se disculpó por la manera en la que manejó los despidos.
En la videollamada, el consejero delegado de Better.com dijo a los trabajadores conectados: “Si estás en esta llamada, estás en el grupo desafortunado que va a ser despedido. Tu empleo aquí termina con efecto inmediato”.
“Es la segunda vez en mi carrera que hago esto y no quiero hacerlo. La última vez lloré”, aseguró el ejecutivo en la videoconferencia, en la que citó la productividad y los resultados entre otros motivos para las salidas, y que, aparentemente, se mostró escueto y sin emociones.
La dirección de Better.com lamentó en una declaración a ese canal que los despidos se produzcan de cara a las festividades navideñas pero los atribuyó a la mejora de su posición financiera “en un mercado de propiedad de viviendas que evoluciona radicalmente”.
Tras el hecho, trabajadores claves como el vicepresidente de Comunciaciones, Patrick Lenihan, la cabeza de Relaciones Públicas, Tanya Gillogley, y la jefa de Marketing, Melanie Hahn, presentaron sus renuncias.
“Fallé en mostrar el nivel apropiado de respeto y aprecio a los individuos que fueron afectados. Soy responsable de la decisión de los despidos, pero fallé al comunicarla. Los he avergonzado”, dice parte de la carta de disculpas filtrada por un trabajador de Better.
Garg protagonizó un reportaje en la revista Forbes el año pasado a raíz de su carácter volátil y de varias batallas legales por su gestión de otras compañías, en un momento en que la empresa tecnológica financiera se prepara para una salida a bolsa.
Entre otras cosas, el artículo recogía un correo que había enviado a sus trabajadores en el que les decía, en mayúsculas, que eran “demasiado malditamente lentos”, les llamaba “delfines estúpidos” y aseguraba que le estaban “avergonzando”.