Las acciones de la aerolínea chileno-brasileña Latam Aairlines se desplomaron 45.4% al cierre de la Bolsa de Santiago este lunes, dos días después de que la compañía anunciara un plan de reorganización financiera por US$ 8,190 millones para salir de la crisis provocada por la pandemia.
Tras la apertura de la bolsa, las acciones de Latam -considerada la aerolínea más grande de América Latina- llegaron a caer más de un 83%, pero con las horas se aminoró el desplome, para cerrar finalmente con una caída de 45.4% a 512 pesos por acción (US$ 0.6), su nivel más bajo desde abril de 1999.
“Si bien ha mostrado mucha volatilidad al comenzar la sesión, es muy probable que el precio de la acción de Latam siga siendo castigado en las próximas jornadas”, dijo al diario La Tercera Ricardo Bustamante, jefe de Estudios Trading de Capitaria.
La caída de las acciones de la aerolínea se produce luego de que el sábado anunciara un plan de reorganización financiera con una inyección de US$ 8,190 millones, con el objetivo de salir del “capítulo 11″ de la ley de quiebras de Estados Unidos.
Latam se acogió a ese mecanismo en mayo del año pasado, debido a la crisis económica que le generaron a la compañía aérea las restricciones para volar impuestas debido a la pandemia, que paralizó buena parte del tráfico aéreo mundial.
En aquella ocasión, las acciones de Latam cayeron un 44.4% en la Bolsa chilena.
El plan de reorganización contiene una combinación de capital fresco, emisión de bonos convertibles y deuda, lo que le permitiría a la aerolínea salir del “capítulo 11″, que permite a las empresas reorganizarse sin la presión de los acreedores.
“Endeudamiento conservador”
El plan de Latam comprende el lanzamiento de una oferta de US$ 800 millones en derechos accionarios preferentes mediante la emisión de acciones ordinarias y la emisión de bonos convertibles ofrecidos con prioridad a los accionistas de la compañía por unos US$ 4,640 millones.
Igualmente prevé una nueva línea de crédito por US$ 500 millones y aproximadamente US$ 2,250 millones en financiamiento a través de nueva deuda, ya sea mediante un nuevo préstamo a plazo o nuevos bonos.
Un tribunal estadounidense debe aprobar ahora este plan de reorganización financiera, en una audiencia que se llevaría a cabo en enero próximo. De ser aprobado, se espera que dos meses después se realice una “audiencia de confirmación”, el último paso para concluir el proceso judicial en Estados Unidos.
Tras salir de esa etapa, la firma tendría una deuda total de aproximadamente US$ 7,260 millones y una liquidez de unos US$ 2,670 millones.
La compañía aérea sostiene que se trata de “un nivel de endeudamiento conservador y una liquidez adecuada” en un periodo de incertidumbre continua para la aviación mundial, y que dejará al grupo en una mejor posición para futuras operaciones.