¿Cómo está el empleo en el Perú en 2019?
El INEI publicó su informe nacional de empleo correspondiente al trimestre abril junio del presente año. Las noticias no son alentadoras. Veamos alguna información. El informe comienza con un dato positivo: en el trimestre en mención, comparado contra igual trimestre de 2018, el empleo aumentó en 196,000 personas. Vamos al desagregado.
En primer lugar, el aumento no fue homogéneo por regiones. Donde más creció fue en la costa norte y sierra norte. En contraste, en la sierra sur disminuyó en 291,000, mientras que en la costa sur lo hizo en 45,000 ciudadanos. El norte contrarrestó al sur. En segundo lugar, si analizamos la evolución por rangos de edad, se redujo en 84 mil 300 puestos de trabajo en aquellas personas entre 14 y 25 años de edad. En tercer lugar y a nivel nacional, disminuyó en 97,000 empleos en el grupo de ciudadanos que cuentan como máximo con educación primaria, pero también cayó entre aquellos que tienen educación superior universitaria. En cuarto lugar, la informalidad en el Perú creció en 200,000 personas entre abril – junio 2018 y abril – junio 2019. En quinto lugar, aquellos ciudadanos con empleo adecuado representaron el 53.8% del total de la población económicamente activa (PEA), que incluye a aquellos entre 14 y 65 años de edad, con algunas excepciones. 42.3% está subempleada y 4%, desempleada. Por último, el ingreso promedio mensual ascendió en junio 2019 a 1528 soles mensuales.
En estos resultados existen factores coyunturales y estructurales. Me interesa destacar los primeros. Cuando vemos la evolución regional, observamos que el crecimiento del norte fue mayor que su similar en el sur. Con esto no descubro nada. El crecimiento económico es indispensable para crear empleo y redistribuir. Me explico. Crecer significa producir más; para hacerlo se contratan más trabajadores (es cierto que el aumento no es igual en todos los sectores). Por otro lado, el crecimiento genera más recaudación tributaria (como las empresas producen y venden más, pagan más por impuestos, tanto directos como indirectos, sin alterar ninguna tasa). De ahí que no sorprenda la caída de la recaudación en junio. Si no hay crecimiento, el gobierno no tiene dinero para redistribuir, es decir, para invertir en el bienestar de los ciudadanos.
Recordemos que, tanto en abril como en mayo, el crecimiento fue cercano a cero. Por lo tanto, las políticas públicas no pueden ir en contra del crecimiento. No es casualidad que los problemas del sur y las protestas contra la minería hayan traído como resultado una caída sustancial del empleo. Se perjudica a quienes supuestamente se va a beneficiar deteniendo la minería. Liderazgo, diálogo y políticas públicas que redistribuyan el crecimiento son fundamentales ¿Por qué no se adelanta algo del canon minero futuro invirtiendo directamente en obras que eleven el empleo y la calidad de vida de nuestros hermanos del sur? Muchas veces, más que la minería, es la frustración ante la imposibilidad de lograr un acceso a servicios básicos de calidad.
En economía siempre aprendemos a ver el largo plazo. Y es ahí donde debemos pensar, pues las medidas de corto plazo pueden ponernos en ruta hacia el desarrollo o retardarnos. ¿Por qué nuestro vecino inaugura una gran inversión minera al mismo tiempo que nosotros rechazamos otra? La clave está en entender que los recursos recaudados por la misma no son usados en el bienestar de todos los habitantes de la misma región. ¿En qué se usa el canon? ¿Cuánto dinero dejará de recibir Arequipa y por lo tanto cuántas obras dejarán de hacerse? Como se dice en economía, el costo de oportunidad, es decir, lo que se deja de hacer al bloquear un proyecto minero, es la correcta forma de analizar el problema. Entiendo que hay baja credibilidad, pero ojo que la mitad del dinero del canon va directamente a las mismas autoridades de Arequipa y no al gobierno central.