¿Qué pasa con la economía mundial?
Desde hace un tiempo las noticias de la economía mundial son cada vez más alarmantes. Grecia, la Eurozona en general y China son solo algunas economías que experimentan severos problemas. Sin lugar a dudas ello impactará de manera negativa sobre la economía peruana y peor aún si le agregamos el fenómeno del niño y la inestabilidad política.
¿Qué tienen en común las economías afectadas que han determinado la desaceleración económica mundial? Pues problemas de sobreendeudamiento generados por un boom crediticio, para los cuales no se encuentra solución sin costo. ¿Por qué han ocurrido al mismo tiempo? Me parece que hay una obsesión por crecer en medio de un avance en las tecnologías de la información; el segundo elemento favorece al primero. Es como si nadie quisiera quedarse atrás en la lucha por mostrar mejores cifras de crecimiento. Crecer es bueno pero la calidad del crecimiento también lo es. No se trata de crecer como sea, pues aparecen los problemas que ahora enfrenta la economía mundial.
En mi opinión es parte de la explicación de lo que está ocurriendo. Parece que nos hemos olvidado que la economía debe colaborar con una mejora en la calidad de vida de los habitantes de manera sostenible. Y eso no se logra con un boom crediticio, como el ocurrido en varios países europeos en los últimos años, entre ellos Grecia, pues no es sostenible. Sí permite mostrar buenas cifras en el corto plazo pero es el camino seguro a un problema financiero posterior. Ahí solo queda gastar menos. No hay otra.
Grecia, por ejemplo, tiene un problema de sobreendeudamiento. Más allá de las teorías sobre quien tuvo la culpa hay un hecho claro: el endeudamiento excesivo ocurre cuando alguien quiere vivir por encima de los ingresos que tiene. Desde que el país entró en la eurozona en 2001 se endeudó a ritmos insostenibles y pudo mantener un ritmo de gastos muy por encima de los ingresos. En 2010 estalla el problema porque ya no se podía endeudar más y comenzaron los “paquetes de rescate” del Banco Central Europeo (BCE). Hoy se sigue dudando del “acuerdo” reciente entre el gobierno griego y los acreedores. Sin embargo, al margen del mismo, el gobierno griego debe emprender reformas que eviten que una situación así se vuelva a repetir. Como lo tendría que pasar cualquier persona que cae en lo mismo.
China, una economía que creció a ritmos envidiables hasta 2012, también fue víctima de la “obsesión del crecimiento” y no encontró mejor forma de hacerlo, que facilitando el endeudamiento de su propia población para que inviertan en la bolsa. Muchos de ellos no tenían una educación financiera mínima. El resultado fue una elevación sin precedentes delos índices bursátiles hasta que como cualquier burbuja, explotó en junio de este año. Justo en un entorno caracterizado por una desaceleración de la economía.
Los ciclos de auges crediticios son parte de la historia económica mundial; lo que preocupa es que se están presentando al mismo tiempo en diversas realidades. ¿No será que se necesita un nuevo acuerdo, de alcance mundial, para sentar las bases del funcionamiento de la economía? Eso ocurrió en 1944 en la conferencia de Bretton Woods. Más allá de eso hay una lección que no es “ni de derecha no de izquierda”: nadie puede gastar por encima de sus ingresos de manera indefinida.