Vida laboral | Una alimentación adecuada y la planificación son clave para tener una vida laboral saludable y productiva. (Pexels)
Vida laboral | Una alimentación adecuada y la planificación son clave para tener una vida laboral saludable y productiva. (Pexels)

Mantener el enfoque y la productividad durante la jornada laboral puede ser un desafío, especialmente si constantemente sentimos hambre. Ese antojo incesante que aparece a mitad de la mañana o tarde no solo interrumpe nuestras actividades, sino que también puede llevarnos a elegir opciones poco saludables. Para ayudar a mantenernos satisfechos y concentrados, he recopilado siete consejos prácticos para evitar tener hambre a todas horas en el trabajo. Estos consejos no solo te ayudarán a sentirte más saciado, sino que también contribuirán a una vida laboral más equilibrada y saludable.

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Consejos para controlar el hambre en el trabajo

Seguir estos consejos te ayudará a controlar el hambre durante el trabajo y te permitirá mantener un enfoque más claro en tus tareas. Recuerda que una alimentación adecuada y la planificación son clave para tener una vida laboral saludable y productiva. Implementa estos hábitos en tu rutina diaria y notarás la diferencia en tu bienestar general.

  1. Desayuna de manera equilibrada. El desayuno es la comida más importante del día, y comenzar la jornada con un desayuno equilibrado es crucial para evitar el hambre temprana. Opta por una combinación de proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables. Por ejemplo, un desayuno que incluya huevos, tostadas integrales y aguacate te proporcionará energía sostenida durante toda la mañana. Evita los desayunos cargados de azúcar, como los cereales comerciales, ya que pueden causar picos de glucosa y posterior hambre.
  2. Planifica tus comidas y refrigerios. La planificación es clave para evitar esos antojos repentinos. Lleva al trabajo refrigerios saludables como nueces, frutas, yogur griego o barras de proteínas bajas en azúcar. Estos alimentos no solo son nutritivos, sino que también te mantendrán lleno durante más tiempo. Planificar las comidas principales y los refrigerios con antelación te ayudará a mantener un control sobre lo que comes y evitará que caigas en la tentación de consumir alimentos poco saludables.
  3. Incluye fibra en tu dieta. La fibra es un componente esencial para mantenernos saciados por más tiempo. Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres y granos enteros, no solo promueven la digestión, sino que también te hacen sentir más lleno. Asegúrate de incluir una porción de fibra en cada comida principal, lo que ayudará a mantener a raya el hambre durante toda la jornada laboral.
  4. Bebe suficiente agua. Muchas veces, confundimos la sed con el hambre. Mantenerse bien hidratado es fundamental para evitar esta confusión y mantener el hambre bajo control. Bebe agua de manera regular durante el día, incluso antes de que sientas sed. Un buen hábito es tener una botella de agua en tu escritorio y tomar sorbos frecuentemente. Además, el agua contribuye al funcionamiento adecuado de tu cuerpo, ayudando en la digestión y el metabolismo.
  5. Evita los alimentos procesados y altos en azúcar. Los alimentos procesados y con alto contenido de azúcar pueden ser tentadores, pero suelen ser los principales culpables de los antojos. Estos alimentos proporcionan una energía rápida, pero temporal, lo que hace que el hambre vuelva pronto. Opta por alimentos enteros y naturales que liberen energía de manera gradual, manteniéndote satisfecho por más tiempo. Además, estos alimentos son más ricos en nutrientes, lo que favorece tu salud en general.
  6. Realiza pequeñas comidas frecuentes. En lugar de consumir tres grandes comidas al día, considera dividir tu ingesta en pequeñas comidas frecuentes. Comer cada 3 o 4 horas puede mantener tus niveles de energía estables y evitar el hambre. Pequeñas porciones de alimentos ricos en proteínas y fibra te ayudarán a mantenerte lleno sin la necesidad de consumir grandes cantidades de comida en una sola vez.
  7. Haz pausas activas. El estrés y la ansiedad pueden ser desencadenantes del hambre emocional. Para combatir este tipo de hambre, es útil tomar breves pausas activas durante tu jornada laboral. Dedica unos minutos para caminar, estirarte o realizar ejercicios de respiración. Estas pausas no solo te ayudarán a relajarte, sino que también reducirán la necesidad de comer por aburrimiento o estrés.
SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.