Es un hecho bien conocido que la vida no siempre sigue el camino que inicialmente planeamos. Para algunas personas, los obstáculos y desafíos inesperados pueden convertirse en oportunidades disfrazadas. Tal es el caso de Justine Parker, una mujer que abandonó la universidad y ahora dirige un negocio exitoso que genera US$500 mil al año. A través de este artículo, exploraré su viaje, los desafíos que enfrentó y las estrategias que utilizó para construir su imperio empresarial.
Justine Parker tenía apenas 19 años cuando tomó la difícil decisión de abandonar la Universidad de Georgia. Atrapada entre el deseo de completar su educación y la realidad de esperar un hijo, Parker optó por dejar los estudios para concentrarse en su nueva vida como madre. Esta decisión, aunque difícil, fue el primer paso en un viaje que eventualmente la llevaría al éxito.
Con la llegada de su primer hijo, Brandon, en 2004, y luego su segundo hijo, Nathan, apenas 17 meses después, Parker se vio obligada a tomar múltiples empleos para apoyar a su creciente familia. Trabajaba como teleoperadora, hacía de niñera de mascotas, daba clases como sustituta y trabajaba como camarera. Estos trabajos le ofrecían la flexibilidad necesaria para cuidar de sus hijos, aunque a menudo significaban días largos y noches cortas.
A medida que sus hijos crecían y comenzaban a asistir a la escuela, Parker buscaba una forma de avanzar en su carrera profesional. Un día, vio un anuncio en la ventana de una cafetería que cambiaría su vida: un curso de bienes raíces de cuatro meses. El anuncio prometía ganancias de más de US$100 mil al año a cambio de una inversión de US$2,000 y un compromiso de tiempo. Para Parker, esta oportunidad representaba una forma de obtener una certificación profesional y avanzar en su carrera sin necesidad de regresar a la universidad.
En diciembre de 2009, después de meses de estudio y trabajo arduo, Parker obtuvo su licencia de bienes raíces en Georgia. Su primer año como agente inmobiliaria no fue fácil, pero su determinación y ética de trabajo le permitieron ganar alrededor de US$50 mil. Para 2014, había duplicado sus ingresos, alcanzando la marca de los US$100 mil anuales.
En 2017, Parker y su familia se mudaron a Orange Beach, Alabama, en busca de una vida más cercana a la familia y al mar. Con su licencia de bienes raíces de Georgia, Parker pudo obtener rápidamente una licencia en Alabama gracias a un acuerdo de reciprocidad entre los estados. Pasó sus primeros años en Orange Beach trabajando en diferentes empleos de bienes raíces y hospitalidad, estableciendo conexiones y conociendo el mercado local.
Mientras trabajaba como camarera en un restaurante local, Parker conoció a Cynthia “Cyndi” Cook, una corredora de bienes raíces que dirigía Toes n Sand Properties, una empresa de gestión de alquileres vacacionales. En enero de 2020, Parker se unió al equipo de Toes n Sand como agente y gerente de propiedades. La relación profesional con Cook sería corta pero transformadora, ya que la repentina muerte de Cook solo 11 meses después le dejó a Parker la responsabilidad de dirigir la empresa.
La transición para asumir el control de Toes n Sand Properties no fue fácil. Parker, la única empleada en ese momento, enfrentó muchas noches de insomnio, errores y lecciones aprendidas en el camino. Sin embargo, con la ayuda de dos agentes inmobiliarios y una gerente de oficina que contrató, logró aumentar los ingresos de la empresa de US$200 mil a US$500 mil al año, según constató CNBC.
Las estrategias clave para el éxito de Parker incluyeron la diversificación de servicios, expandiendo la cartera de Toes n Sand al gestionar más alquileres vacacionales en la zona de Orange Beach; la creación de una red de contactos, utilizando su experiencia previa en la industria de la hospitalidad para establecer relaciones valiosas con clientes y colegas; y el trabajo en equipo, contratando personal clave que le permitió delegar tareas y enfocarse en el crecimiento estratégico del negocio.
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