Las loterías de los Estados Unidos entregan premios millonarios, así que si te ganas el gordo puedes cambiar tu vida de la noche a la mañana y empezar a gastar el dinero de la forma que creas conveniente. Eso sí, llevarse esa cantidad de dinero es muy difícil y necesitarás más que suerte para eso.
En la red social TikTok hay un video que está circulando bastante en todo el mundo y que presenta una historia como para jalarse de los cabellos. Este sujeto que aparece en la cinta, y que se hace llamar “Beks” en las plataformas, cuenta una anécdota relacionada con los juegos de lotería que empezó como un sueño y terminó como un baño de humildad y realismo.
LA FELICIDAD INICIAL
Por más que este estadounidense se declara como una persona no fanática de los juegos de lotería, mientras estaba aprovechando su hora de refrigerio del trabajo, compró un boleto que también se conoce como “raspadito”. Este ticket le costó 20 dólares y el premio mayor era el pago de 10 mil dólares semanales por el resto de su vida.
Al proceder con raspar el boleto, el joven se dio cuenta de que había obtenido un premio enorme. Él, en su mente, creía que se había ganado el gordo de la lotería y que su vida había cambiado para siempre, convirtiéndose en alguien adinerado de la noche a la mañana y con la posibilidad de comprarse prácticamente lo que quisiera.
RENUNCIÓ A SU TRABAJO
Si alguien se gana mucho dinero en una lotería, seguramente llegarían a la conclusión de que ya no es necesario trabajar y este muchacho pensó lo mismo, así que, tras ganar el premio, renunció a su empleo, quedándose totalmente libre para disfrutar de cualquier cosa que su plata pueda pagar.
¿CUÁL FUE LA REALIDAD?
Con una enorme alegría e ilusión, Beks se dirigió a las oficinas principales de la lotería para hacer efectivo su premio y empezar a cobrar los 10 mil dólares semanales por el resto de su vida. Sin embargo, al llegar a ese lugar se dio un golpe muy duro con la realidad y todo su mundo de fantasía se vino abajo.
En las instalaciones de la compañía de lotería le informaron que no había sido ganador del premio mayor del “raspadito”, sino que había ganado un único pago de 10 mil dólares, lo cual no sería suficiente para cambiar su vida y más aún porque, tras los impuestos, se quedó con poco más de 6 mil dólares.
Es así que, arrepentido de sus decisiones, volvió a su trabajo a recuperar el empleo. Si bien esta historia puede parecer graciosa, lo cierto es que para el muchacho fue algo muy duro por las ilusiones que tuvo. Él, como explica en su video viral, tomó esa experiencia como un baño de humildad, del que aprendió mucho.