Joan Payden es una de las mujeres más ricas de Estados Unidos y, a sus 92 años, también una de las mayores. Dirige Payden & Rygel, una empresa de administración de dinero que fundó en Los Ángeles en 1983, después de dejar su trabajo anterior. La compañía ahora gestiona más de 161.000 millones de dólares en activos y tiene casi 240 empleados en varias oficinas.
Con el crecimiento de la empresa, el patrimonio de Payden también ha aumentado. Como propietaria mayoritaria, tiene un patrimonio neto estimado en aproximadamente 700 millones de dólares. Este éxito reciente la ha llevado a estar incluida en la lista 2024 de las mujeres más ricas de Estados Unidos publicada por Forbes.
El camino de Payden hacia el éxito fue largo y estuvo lleno de desafíos. Estudió matemáticas y física en el Trinity College de Washington, DC, y comenzó su carrera como una de las pocas ingenieras en una empresa de Nueva Jersey que construía refinerías de petróleo en la década de 1950.
Después de tres años, fue despedida en un recorte masivo. Decidida a seguir adelante, se orientó al sector financiero, aprovechando sus habilidades en matemáticas, y consiguió un puesto en Merrill Lynch.
“Me contrataron con un descuento del 25% porque no sabía la diferencia entre un bono y una acción”, dijo la empresaria en conversación con Los Angeles Times.
Con el tiempo, se mudó a Los Ángeles y se unió a Scudder, Stevens & Clark, una prestigiosa firma de administración de dinero. Tras varios intentos de ascenso, se convirtió en la primera socia de la empresa.
Según la estadounidense, falló en uno de esos intentos porque “no jugó golf” en una reunión anual en un campo solo para hombres.
“Celebraban sus reuniones anuales en un campo de golf muy grande y prestigioso y, por supuesto, no dejaban entrar a las mujeres”, reveló en 2011.
Este tipo de experiencias le hicieron decidir que su género no debía definir su carrera, insistiendo en que quería ser reconocida simplemente como una buena asesora financiera.
En 1983, temiendo quedar estancada en su carrera, decidió fundar su propia empresa. Junto con su colega Sandra Rygel, formaron Payden & Rygel. Aunque al principio tuvo dudas sobre si conseguiría clientes, la empresa se convirtió en una de las firmas privadas de gestión de dinero más grandes de todo EE. UU.
El antiguo empleador de Payden, Scudder, Stevens & Clark, fue adquirido por Zurich Insurance Group por casi 1.700 millones de dólares en 1997.
La empresaria ofreció consejos a quienes desean seguir sus pasos, destacando que al dar un gran paso, no se puede pensar en fracasar.
“Cuando saltas al lago, no puedes pensar en ahogarte”, señaló en conversación con la revista Trinity’s Alumni. “En ese momento, y ciertamente ahora está claro, el riesgo de ‘no hacer’ superaba el riesgo de ‘hacer’”.
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