José Menendez y su esposa Kitty tuvieron un trágico final después de que sus propios hijos, Lyle y Erik, les dispararon varias veces. Pese a que los hermanos aseguraron que los asesinaron porque abusaron de ellos desde que eran pequeños, la justicia determinó que lo hicieron para quedarse con toda la herencia, por lo que fueron condenados a cadenas perpetuas sin libertad condicional. Ellos fueron recluidos en prisiones diferentes, dejando atrás sus lujosas vidas, pero ¿de dónde provenía ese dinero? En esta nota, te detallamos a qué se dedicaba el patriarca.
El trágico suceso, que acabó con la vida de cuatro personas: los padres muertos y los hijos tras las rejas, ocurrió la noche del 20 de agosto de 1989 en la mansión familiar, ubicada en Elm Drive, Beverly Hills. El año que cometieron el crimen, Lyle y Erik Menendez tenían 21 y 18 años, respectivamente.
Para empezar, debemos precisar que la herencia familiar de los Menendez ascendía a US$14,5 millones en los años 80. El monto prevenía de algunas propiedades que tenían como la residencia donde vivían en Beverly Hills y otra casa en Nueva Jersey, además del trabajo del patriarca.
José Menendez dejó su natal Cuba después de que Fidel Castro tomó el poder. Su nuevo hogar fue Estados Unidos, donde empezó desde cero; es decir, aprender el idioma y sacar las máximas calificaciones para optar por una beca. Y así fue, al destacar como nadador le dieron una beca atlética para estudiar en la Universidad del Sur de Illinois, donde conoció a su futura esposa Kitty. Se casaron en 1963 y en 1968 se mudaron a Nueva York, donde nacieron Lyle, ese mismo año, y Erik, en 1970.
Empezó a trabajar en la firma de contadores Coopers & Lybrand, donde en tan sólo tres años, se convirtió en presidente. Después, a los 35 años, fue nombrado vicepresidente de la compañía Hertz y posteriormente fue transferido a la división musical de RCA, en este último fue el encargado de expandir el catálogo de música latina; así pues, ayudó a firmar contratos con bandas como Menudo y Eurythmics.
A raíz de su gran trabajo, el dinero que recibía por sus honorarios comenzó a crecer cada vez más. Adicional a ello, al convertirse en un exitoso ejecutivo de la industria, era entrevistado y tenía que ir a sesiones fotográficas con su esposa e hijos, entre otras actividades más.
Dinero no les faltaba, por lo que cambió el estilo de vida de todos los miembros de su familia. Fue así como decidió mudarse a Calabasas en Los Ángeles y, luego, a Beverly Hills, lugar en el que fue asesinado con su esposa.
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