La historia de Jacob Shaidle, un joven emprendedor, es un ejemplo inspirador en un mundo donde los estudiantes enfrentan crecientes costos de educación y la necesidad de ser independientes. Este estudiante de 20 años transformó una pequeña inversión de $400 en un negocio que durante el verano generó $150,000. Sin embargo, ¿cómo lo logró? Para aquellos que buscan iniciar su propio negocio secundario, aquí en Gestión Mix te contaré su viaje, los desafíos que han encontrado y los consejos que han recibido.
La historia comienza en el verano de 2021, cuando un estudiante de secundaria decidió emprender. Desde muy joven, había trabajado en un vivero durante los veranos, pero la presión de pagar sus estudios universitarios lo llevó a buscar una alternativa más lucrativa. Inspirado por su madre, quien le sugirió ofrecer servicios de limpieza, Shaidle decidió empezar con Shaidle Cleaning, un negocio especializado en la limpieza de parrillas. Con un simple trabajo en casa como punto de partida, fue capaz de dar el primer paso hacia su futuro empresarial.
La decisión de comenzar su negocio fue impulsada no solo por la necesidad económica, sino también por su gusto por el trabajo físico. “Siempre me ha gustado el trabajo manual, así que esto fue una opción natural”, comentó Shaidle a Side Hustle Spotlight. Con el respaldo de sus padres, quienes también le sugirieron expandir sus servicios a los vecinos, comenzó a llamar a las puertas en su vecindario. Su enfoque inicial consistía en ofrecer un servicio de alta calidad, lo que rápidamente le ganó una clientela leal.
Para arrancar su negocio, necesitaba herramientas adecuadas. Con sus ahorros, invirtió US$400 en equipo de limpieza, que incluía un lavadora a presión que ya poseía. Cada día, caminaba medio kilómetro para ofrecer sus servicios, ya que no contaba con licencia de conducir. La perseverancia fue clave, ya que no solo se trataba de hacer un buen trabajo, sino de lograr que la voz se esparciera entre los vecinos.
Sin embargo, el camino no estuvo exento de desafíos. Uno de los obstáculos más significativos fue garantizar la calidad del servicio a medida que expandía su equipo. Al contratar a otros, se dio cuenta de que la capacitación y la selección de personas adecuadas eran cruciales. “Contratar a personas con la misma mentalidad y metas que yo fue fundamental”, mencionó Shaidle, destacando la importancia de construir un equipo apasionado y comprometido.
A medida que su negocio fue prosperando, se encontró enfrentando la competencia de grandes empresas con más recursos. Sin embargo, aprovechó su juventud y la historia detrás de Shaidle Cleaning para atraer clientes. Con la ayuda de su amigo Aran Giffen, estableció una fuerte presencia en línea, donde compartían su historia y el objetivo de ayudar a otros estudiantes. Esto no solo les permitió conectar con su audiencia, sino que también les ayudó a construir una comunidad en torno a su marca.
La expansión del negocio fue notable. De manejar unos pocos clientes en su primer verano, pasó a atender más de 700 durante el último. Utilizando una plataforma de gestión como Jobber, logró automatizar muchas de las tareas administrativas, lo que le permitió concentrarse en el crecimiento del negocio. “Jobber ha sido vital para nosotros, permitiendo a los clientes reservar citas en línea y gestionando recordatorios automáticamente”, explica Shaidle.
Los resultados de su arduo trabajo fueron impactantes. En su primer verano, generó US$5,000, y en su segundo verano, con la capacidad de manejar más clientes gracias a su automóvil, logró US$10,000. Pero el verdadero hito llegó en su cuarto verano, donde alcanzó US$100,000 en 75 días, finalizando la temporada con cerca de US$150,000 en ingresos.
El crecimiento de su negocio no solo ha beneficiado su economía personal, sino que también ha permitido que otros estudiantes se beneficien de su éxito. A través de la creación de empleos, ha ayudado a otros a financiar su educación, un aspecto que considera muy gratificante. “Lo más satisfactorio ha sido ver a mis empleados poder pagar su educación”, dice con orgullo.
Para quienes aspiran a iniciar un negocio secundario, este joven emprendedor ofrece valiosos consejos. Primero, la importancia de rodearse de personas competentes y apasionadas es clave. “No es necesario hacerlo todo solo; es más gratificante y eficiente trabajar en equipo”, sostiene. Segundo, construir una red de apoyo es esencial. Él menciona a sus padres y amigos como pilares fundamentales en su trayectoria.
Finalmente, destaca la importancia de la adaptabilidad. El aprendizaje constante y la capacidad de ajustar las estrategias son vitales para el éxito a largo plazo. Como él dice: “Hay que estar siempre dispuesto a aprender y a evolucionar con el negocio”.
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