La jubilación es cosa seria. Para jubilarte debes cumplir una serie de reglas de la Administración del Seguro Social (SSA) de Estados Unidos y, además, tener claro a qué edad te conviene hacerlo para tener mejores ingresos o disfrutar tu descanso. En esta nota te mostramos los pro y contra de retirarte a los 62 y 67 años.
Es importante haber recaudado los créditos necesarios, así como tener los aportes adecuados para poder tener una pensión que pueda cubrir gran parte de tus gastos. El pago de los beneficios del Seguro Social, en promedio, reemplazan un 30% de los gastos de una persona cuando se jubila, pues algunas deciden continuar trabajando o tienen ingresos adicionales de inversiones que realizaron como parte de un plan para su retiro.
La Administración del Seguro Social (SSA) indica que el beneficio por jubilación es un cheque mensual que reemplaza parte de sus ingresos cuando reduce sus horas o deja de trabajar por completo. Sin embargo, es posible que no reemplace todos sus ingresos, por lo que es mejor identificar otras formas de pagar sus gastos mensuales a medida que envejece.
El monto no es el mismo para todos. Si comienzas a recibir los beneficios en la edad plena de jubilación, este porcentaje varía entre el 75% para las personas con ingresos bajos, el 40% para las personas con ingresos moderados y un 27% para las personas con ingresos máximos. Si eliges comenzar a recibir los beneficios después de la plena edad de jubilación, estos porcentajes serán más altos. Sin embargo, si comienza a recibir los beneficios antes, estos porcentajes serían más bajos.
Por ello, la mayoría de los asesores financieros sugieren que, para vivir cómodamente durante la jubilación, se necesitará alrededor del 70% de los ingresos previos a la jubilación, esto incluye tus beneficios de Seguro Social, inversiones y ahorros personales.
La Administración de Seguridad Social explica que el valor de los depósitos varía significativamente, ya que están directamente relacionados con la edad de retiro y las contribuciones a lo largo de la carrera laboral. Si piensas jubilarte, estos debes tener en cuenta si te conviene a los 62 o 66 años:
Podría ser la mejor edad para retirarse si has ahorrado suficiente dinero durante muchos años, estás en mal estado de salud o no tienes la fuerza suficiente para seguir trabajando. En este caso, primero debes informarte sobre el monto aproximado que podrías recibir al jubilarte y, para ello, puedes usar la calculadora que ofrece el sitio web del Seguro Social.
Debes tener en cuenta que solicitar la jubilación temprana a los 62 años significa obtener un menor pago cada mes, ya que te darían un 30% menos de lo que te correspondería. Mira el cuadro.
La edad plena de jubilación son los 66 años y para otros a los 67 años. Muchas personas solicitan el Seguro Social al llegar a la FRA porque reciben el 100% de sus beneficios.
Si presentas la solicitud a la edad de jubilación completa, (FRA, por sus siglas en inglés), habrás trabajado algunos años más y, por lo tanto, habrás ahorrado más dinero. Por eso, es esencial hacer tantas contribuciones a tus planes de ahorro como sea posible.
Retirarse a los 70 años se considera la mejor opción desde esta un punto de vista financiero, luego ya no te convendría, ya que tus beneficios no aumentarán más. Recuerda que puedes obtener un 24% extra por mes si esperas hasta los 70 años para solicitar el Seguro Social. Por ejemplo, si tu FRA es a los 67 años, puedes obtener un 8% extra cada año que retrases la jubilación.
Si bien la pensión de jubilación genera tranquilidad, esta no reemplaza de manera íntegra los ingresos cuando una persona reduce sus horas o deja de trabajar por completo. A continuación, conoce los montos de 2024, de acuerdo al momento de la jubilación:
La SSA (Administración del Seguro Social) de Estados Unidos es una agencia gubernamental federal encargada de administrar programas de seguro social en USA.
El Seguro Social en Estados Unidos es un programa de seguridad social administrado por el gobierno federal. Su propósito principal es proporcionar beneficios económicos a personas elegibles.
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