La oleada de calor en Estados Unidos esta obligando a muchos de los residentes a tener que usar el equipo de aire acondicionado en el hogar. No obstante, una de las dudas más frecuentes entre todos los que poseen este servicio es sobre el uso que deben darle a este sistema de ventilación, a fin de sentirse más frescos y cómodos en sus casas. ¿Conviene dejar el aire acondicionado prendido todo el día o es mejor encenderlo en el momento que uno lo necesita? Pues, esa duda y más te las resuelvo aquí en Gestión.
Con temperaturas superiores a los 100 grados Fahrenheit debido a una oleada abrumadora de calor, Estados Unidos atraviesa una de sus épocas de mayor concentración térmica. De acuerdo a los últimos reportes, este fenómeno afectará a varias zonas del país, tanto en la zona noroeste como en el Medio Oeste.
Por ello, cientos de miles de norteamericanos acuden a la tienda más cercana en busca de un equipo de aire acondicionado que les permita sentirse más cómodos dentro de sus hogares. Una medida inteligente ante la abrumadora sensación de calor que se avecina en los próximos días en USA.
Sin embargo, existe una duda que viene rondando la cabeza de miles de norteamericanos respecto al uso de este aparato: ¿conviene dejar encendido el aire acondicionado o es mejor suspender su uso para evitar altos costos en la factura de electricidad?
De acuerdo a diversos portales, uno de los argumentos que sostienen los usuarios del aire acondicionado es que se debe dejar encendido para mantener la temperatura controlada. Al momento de apagar el equipo, la temperatura del entorno se eleva drásticamente, generando que el sistema de enfriamiento del aire acondicionado deba volver a funcionar cuando se encienda de nueva.
Si decides mantenerlo encendido, lograrás que el electrodoméstico trabaje a una capacidad menor, siendo más eficiente en su uso al no tener que volver a arrancar desde cero.
Vale aclarar que encender y apagar el aire acondicionado en reiteradas ocasiones al día puede generar que el equipo realice un esfuerzo mayor al encenderlo. Tal esfuerzo extra puede verse reflejado en un aumento en el consumo de energía, por lo que incluso podrías gastar más electricidad prendiendo y apagando el equipo.
La explicación es muy clara: el aire acondicionado debe volver a enfriar el entorno, desde una temperatura más alta, lo que terminará siendo un proceso más largo para el equipo. Tengamos en cuenta que este tipo de electrodomésticos tienen que llegar a mantener una temperatura programada, y por cada grado que se baja en el termostato, el consumo energético puede adicionarse un 8%.
En tanto, es mejor no ajustar el aire acondicionado a climas bajos. En cambio, debes tener el aire acondicionado funcionado a un ajuste progresivo y moderado, lo cual te significará un ahorro en la factura de electricidad.
De igual forma, invertir en un aire acondicionado de alta eficiencia energética es una decisión prudente a largo plazo. Los aparatos con una clasificación energética A o superior consumen hasta un 60% menos de energía en comparación con los de menor eficiencia. Este punto es esencial no solo para ahorrar en la factura mensual, sino también para mitigar el impacto ambiental.
En tanto, la correcta instalación y el mantenimiento regular del aire acondicionado son factores que impactan directamente en su eficiencia. Se sugiere instalar el aire acondicionado en un lugar con buena circulación de aire, como encima de una ventana, y evitar la exposición directa al sol para la unidad externa.
Es fundamental limpiar los filtros al menos cada dos años. Unos filtros limpios optimizan el rendimiento del equipo y prolongan su vida útil.
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