Cuando nos llaman para una entrevista de trabajo, a menudo creemos que nuestro currículum vitae refleja nuestras habilidades y experiencia adecuadas para el puesto. Sin embargo, muchos candidatos se preguntan: ¿por qué no logro pasar la etapa de la entrevista? La respuesta puede estar en las señales de alerta que, sin darnos cuenta, levantamos durante el proceso. En este artículo, exploraremos las cuatro red flags que generan desconfianza en los reclutadores, basándonos en una reciente encuesta realizada a 625 directores de contratación en Estados Unidos.
1. Mentir
La deshonestidad es, sin duda, la mayor señal de alerta para los reclutadores, con un 63% de ellos señalando que considerarla un factor decisivo. Las mentiras pueden variar desde exagerar nuestras habilidades hasta presentar un historial laboral que no es completamente verídico. Hoy en día, muchos candidatos tienden a crear una personalidad online y offline que puede diferir significativamente, lo que puede resultar en contradicciones durante la entrevista.
Consejo: Es fundamental ser auténtico. Si hay una gran discrepancia entre lo que se muestra en tu currículum o en tu perfil de LinkedIn y lo que el entrevistador percibe durante la entrevista, podrías parecer poco confiable. Recuerda que los reclutadores suelen revisar las redes sociales, así que asegúrate de que la imagen que proyectas sea coherente en todos los ámbitos.
2. Mal comportamiento
Un 53% de los encuestados consideró que el lenguaje y el comportamiento grosero son señales de alerta significativas. En una entrevista, no solo se evaluarán tus capacidades técnicas, sino también tu comportamiento y cómo te comportas en un entorno profesional. Desde el saludo inicial hasta el adiós final, cada interacción cuenta.
¿Qué se considera mal comportamiento? Alzar la voz para defender tu punto de vista o discutir con el entrevistador es una señal de alarma clara. Pero también, errores más sutiles como cruzar los brazos, no mantener contacto visual o no participar activamente en la conversación pueden dar la impresión de que no eres un buen compañero de trabajo. Además, llegar tarde a la entrevista es una falta de respeto que puede hacer que el reclutador dude de tu responsabilidad y gestión del tiempo.
3. Criticar a empresas o compañeros de trabajo anteriores
Un 31% de los directores de contratación identifica las críticas hacia antiguos empleadores o compañeros de trabajo como una señal negativa. Es comprensible que todos hayamos enfrentado situaciones laborales difíciles, pero lo que se espera de un candidato es que aborde esos desafíos con profesionalismo y una actitud positiva.
Hablar mal de un anterior empleador puede hacerte parecer una persona difícil de trabajar o que no se adapta bien a nuevos entornos. En vez de enfocarte en lo negativo, intenta resaltar las lecciones aprendidas y cómo has crecido a partir de esas experiencias.
4. Falta de preparación
La preparación es clave en el proceso de entrevista, y un 20% de los reclutadores señala que la falta de esta es una señal de alerta. Los encargados de RRHH invierten un tiempo considerable en buscar candidatos y concertar entrevistas, por lo que esperan que tú también muestres un esfuerzo similar.
No estar preparado puede manifestarse de varias maneras: no conocer la empresa, no tener claro el puesto específico al que te postulas o incluso no poder responder preguntas básicas sobre tu currículum. Estar bien preparado no solo te ayudará a comunicarte de manera más eficaz, sino que también influirá en cómo te perciben los reclutadores.
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