En un acto de filantropía sin precedentes, Marlene Engelhorn, una joven heredera austríaca-alemana, ha decidido entregar su herencia de 25 millones de euros (unos 26 millones de dólares) a diversas organizaciones benéficas. Lo que hace su gesto aún más notable es la manera en que eligió distribuir su fortuna: delegó esta tarea a un grupo de 50 ciudadanos seleccionados al azar.
Marlene Engelhorn, de 31 años, es descendiente de Friedrich Engelhorn, el fundador de la empresa farmacéutica alemana BASF. La familia Engelhorn, con un patrimonio estimado en 4.2 mil millones de dólares, ha sido reconocida por su influencia en la industria farmacéutica. Sin embargo, Marlene ha decidido tomar un camino diferente al de muchos herederos de grandes fortunas.
Desde joven, Marlene mostró un interés particular por la justicia social y económica. Estudió filosofía y economía, campos que moldearon su visión del mundo y su sentido de responsabilidad hacia la sociedad. Su decisión de renunciar a su herencia y redistribuirla es un reflejo de sus profundas convicciones sobre la equidad y la justicia.
Para asegurar que la distribución de su herencia fuera justa y reflejara las necesidades de la comunidad, Marlene envió 10,000 invitaciones a hogares en toda Austria. De estas invitaciones, se seleccionaron 50 ciudadanos al azar para formar el “Consejo para la Redistribución”. Este grupo se reunió durante seis fines de semana para deliberar sobre cómo dividir la fortuna de Marlene.
Durante estas reuniones, los miembros del consejo recibieron charlas de filósofos y profesores de economía para informar y enriquecer sus decisiones. El objetivo era no solo decidir sobre la distribución del dinero, sino también fomentar un debate más amplio sobre la justicia social y fiscal en Austria.
El Consejo para la Redistribución decidió destinar los fondos a 77 organizaciones que abarcan una amplia gama de causas sociales. Algunas de las organizaciones beneficiadas incluyen:
Las organizaciones beneficiadas abarcan una variedad de áreas, incluyendo el apoyo a viviendas asequibles, derechos de las mujeres, eliminación de la pobreza y deportes inclusivos. Este enfoque diverso garantiza que la herencia de Marlene tenga un impacto amplio y duradero en la sociedad austriaca.
Entre las muchas historias de impacto, destaca la de Nuenerhaus. Esta organización no solo proporciona refugio a las personas sin hogar, sino que también ofrece servicios de salud y apoyo para la reintegración social. Con la donación recibida, Nuenerhaus podrá ampliar sus servicios y ayudar a más personas a reconstruir sus vidas.
Otro ejemplo es la Fundación Común, que utilizará los fondos para proyectos de restauración de ecosistemas dañados, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
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