Muchas personas quieren ser felices y es por eso que llegan a realizar distintas actividades con tal de sentirse lo mejor posible. Te cuento esto para poder entrar al tema de las hormonas de la felicidad, como la serotonina, la dopamina o las endorfinas, las cuales se liberan cuando experimentamos emociones positivas. Si deseas activarlas, hoy es tu día de suerte, pues te daré a conocer unos hábitos diarios que te ayudarán a estimular la producción de las mismas.
Antes que nada, ten en cuenta que para el científico social de la Universidad de Harvard, Arthur Brooks, la felicidad no es un lugar al que llegar, sino una dirección a la que ir. Para seguir ese camino, hay tres componentes fundamentales: el disfrute, el propósito y la satisfacción. Por suerte, es posible incorporarlos en nuestra rutina.
La revista National Geographic, de acuerdo al medio Clara, dio a conocer cinco acciones que ayudan a liberar las hormonas de la felicidad. A continuación, te los detallaré, así que presta mucha atención. Si es posible, saca tu libre de apuntes. Créeme que te ayudará bastante.
Es importante reconocer las emociones para poder gestionarlas adecuadamente, pero además de eso, es necesario nombrarlas. Justamente, esto último reduce la intensidad emocional ante lo que nos pasa. Y no lo digo yo. Todo es a raíz de un estudio de la Universidad de California publicado en Psychology Science.
Las relaciones sociales nos aportan disfrute, propósito y satisfacción. Es por eso que es fundamental que uno las cuide. De acuerdo al Estudio sobre Desarrollo Adulto de la Universidad de Harvard, quienes tengan más conexión con su familia y amigos viven más, gozan de buena salud y logran sus metas.
Además de ser beneficioso para nuestro cuerpo, el ejercicio es favorable para nuestro cerebro, que de esa manera se protege y se mantiene en forma. Hay bastantes estudios que vinculan la actividad física con una mejor salud mental.
Ya sea si das o recibes abrazos, lo cierto es que al hacer cualquiera de las dos cosas nuestro cuerpo produce oxitocina, una hormona vinculada a la felicidad.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Michigan, la clave no solo está en qué decimos, sino en cómo lo decimos, así que háblate en positivo y en segunda persona.
Contenido GEC