Mantener la concentración en un mundo lleno de distracciones no es tarea sencilla. Día tras día, nos enfrentamos a diversas interrupciones que nos alejan de nuestras metas, desde el constante zumbido del teléfono móvil hasta el ruido del entorno laboral. Si te encuentras en esta situación, no estás solo. Aprender a concentrarse es una habilidad clave que puede marcar la diferencia entre ser productivo y quedarte atrapado en la procrastinación.
Hoy en Gestión Mix te revelaré los hábitos esenciales que, según Alex Mather, un reconocido periodista y autor especializado en la mente humana, pueden ayudarte a estar más concentrado que la mayoría de las personas. Si estás listo para mejorar tu enfoque y destacarte en cualquier ámbito, sigue leyendo.
Uno de los primeros consejos que comparte Alex Mather es aprender a diferenciar entre dos sensaciones comunes que afectan nuestra productividad: estar sobrecargado y estar abrumado.
La próxima vez que te sientas atrapado, pregúntate: “¿Cómo puedo hacer más con menos?”. Aquí es donde entra en juego la habilidad de delegar y priorizar. La tecnología también puede ser una aliada para ayudarte a gestionar tu carga de trabajo de manera más eficiente.
Uno de los grandes mitos de la productividad es la multitarea. Mather afirma que intentar hacer varias cosas a la vez disminuye drásticamente tu eficacia. Aunque muchos creen que la multitarea les permite hacer más en menos tiempo, la realidad es que solo el 2,5% de la población es verdaderamente capaz de ser multitarea. Si no estás en ese pequeño porcentaje, lo mejor es enfocarte en una tarea a la vez.
Las personas más productivas suelen planificar su día con antelación y tienen claras sus prioridades. Una técnica que recomienda Mather es escribir tus objetivos cada día. El simple acto de escribirlos físicamente consolida estos objetivos en tu conciencia, lo que aumenta tu enfoque y efectividad.
Si te cuesta organizar tu tiempo, el timeboxing es una técnica que podría ser la solución. Según Harvard, este es el “truco de productividad más útil” y consta de tres pasos:
Otra técnica útil es el método ALPEN, que consiste en estructurar tu jornada de manera óptima para cumplir con todas tus responsabilidades. Planificar, programar descansos y ser flexible con los imprevistos te ayudará a mantener la concentración durante todo el día.
Alex Mather tiene claro que nadie puede superar a alguien que disfruta lo que hace. Las personas más productivas no solo son disciplinadas, sino que encuentran maneras de disfrutar su trabajo. Incluso si la tarea no es de tu agrado, encontrar aspectos positivos, como la satisfacción de haberla completado, puede ayudarte a mantener la motivación.
Recordar por qué estás haciendo lo que haces es clave para evitar la procrastinación. Si tienes un propósito claro y escrito, es menos probable que encuentres excusas para no cumplir con tus tareas.
La concentración no solo depende de tu mente, sino también de tu cuerpo. A menudo recurrimos al café o a otros estimulantes para mantenernos alerta, pero la alimentación juega un papel crucial en tu capacidad para concentrarte. Mather sugiere prestar atención al índice glucémico (IG) de los alimentos que consumes. Los alimentos con un IG alto, como el pan blanco o la bollería industrial, pueden generar picos de insulina seguidos de una caída en tu energía y estado de ánimo.
Por el contrario, los alimentos con un IG bajo, como las frutas y los granos enteros, te ayudarán a mantener una energía estable a lo largo del día, lo que multiplicará tu concentración. Mantener una dieta equilibrada es tan importante como los descansos para garantizar un rendimiento mental óptimo.
Finalmente, Mather destaca la importancia de tener una rutina adaptada a tus necesidades. No existe una fórmula única para todos, por lo que es fundamental que descubras qué hábitos funcionan mejor para ti. Ya sea trabajar en bloques de tiempo, hacer descansos frecuentes o evitar el uso del móvil durante horas clave, lo importante es que encuentres lo que te permita mantener el enfoque.
Al identificar tu propósito y seguir estos hábitos, estarás más concentrado que el 98% de las personas, según Mather. La clave está en tener claridad mental, cuidar tu cuerpo y, sobre todo, disfrutar el proceso.
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