Hay personas que son más felices de lo que piensan y no se dan cuenta que una de las razones es un hábito social que realmente les causa mucho placer. Y no me refiero el practicar deporte con amigos, comer un postre en un restaurante, etc. A continuación, te daré a conocer a qué me refiero. Créeme cuando te digo que tiene un impacto significativo en la felicidad de la gente.
Si bien algunos pueden llegar a sentirse culpables por el acto, es clave para el bienestar de uno. Esto lo digo porque hay un estudio que lo avala. Estoy hablando del ‘Gosip in Evolutionary Perspective’ de Robin Dunbar, un profesor de Psicología Evolutiva de la Universidad de Oxford.
En ese estudio se indica que el chismorreo, también llamado cotilleo, es una práctica social tan cotidiana que funciona como una herramienta eficaz para incrementar la felicidad. “Es una forma de comunicación que ha evolucionado con nosotros y que nos ha permitido crear lazos sociales fuertes y duraderos”, señaló el docente en su trabajo, según la revista Clara.
Es un momento de conexión en el que tú acabas teniendo una buena conversación con tus amigos, donde compartes anécdotas y todos se ponen al día con las cosas que les pasaron o les sucedieron a otras personas, pero que son de interés de todos.
En el Festival de Ciencia de Cheltenham, que se celebró en el mes de junio del presente año, Robin Dunbar aseguró, de acuerdo a la revista Clara, que “más allá de caminar erguido, la inteligencia emocional o la cultura, el chisme es lo que verdaderamente nos hace humanos”.
“Cotillear es simplemente charlar con la gente y estar al día con el mundo en el que se vive. Nos distingue como especie, ayudándonos a crear y mantener lazos sociales y a captar información vital sobre en quién podemos confiar. La evolución del lenguaje ha sido vital para mantener estas relaciones sociales, lo que incluye la necesidad de contar historias”, recalcó Dunbar.
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