México se caracteriza geológicamente por su gran actividad sísmica y volcánica. En el contexto de la Tectónica de Placas, el país está ubicado en el llamado Cinturón de Fuego. Además, en la capital Ciudad de México constantemente se sienten varios sismo pequeños, sin que se reporten daños materiales ni personales, según el Servicio Sismológico Nacional (SSN) y autoridades locales. ¿Por qué hay microsismos en CDMX y a qué se debe?
Víctor Espíndola, especialista del Servicio Sismológico Nacional (SSN), explicó que como tal, la palabra “microsismo” no existe en el estudio de estos fenómenos, sino que se trata de sismos locales de magnitud menor a 4 que se originan cerca de la superficie terrestre, más específicamente, entre 500 metros y dos kilómetros de profundidad, lo que explica que por ello no se active la alerta sísmica.
¿Qué es un microsismo y por qué se producen?
La Ciudad de México se divide en tres zonas sísmicas: la primera, conocida como “zona de dorsal”, comprende terrenos firmes y rocosos, ubicados principalmente en el sur y suroeste.
La segunda, conocida como “zona de transición”, está situada en áreas intermedias entre las zonas I y III, abarcando las delegaciones Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Azcapotzalco y partes de las delegaciones Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
La tercera, también conocida como “zona lacustre”, se ubica en regiones donde antes estaban los lagos de Texcoco y Xochimilco. Este suelo está constituido por depósitos lacustres muy blandos, que amplifican las ondas sísmicas.
Incluye delegaciones como Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztapalapa, Tláhuac, Iztacalco y Gustavo A. Madero, que también tiene tramos rocosos. La sismicidad local tiene muchas fuentes:
- Fallas geológicas, que si bien no son muy grandes, son fundamentalmente las que provocan los terremotos.
- Asentamientos diferenciales en la ciudad por extracción de agua de pozos profundos.
- Los sismos importantes son la tercera fuente. Si recordamos el terremoto del 19 de septiembre de 2017, hubo una acentuación de la sismicidad local, porque la sismicidad global la empuja. Afortunadamente, estos sismos generados dentro de la Ciudad de México son de baja magnitud.
¿Por qué no debemos preocuparnos por los microsismos en CDMX?
Este tipo de sismos suelen ser de baja magnitud debido a su poca profundidad y radio de acción, aunque algunas zonas de la Ciudad de México pueden sentirlos con mayor intensidad.
Una cosa que debemos tener muy clara es que el tamaño de las fallas generalmente determina la duración de los terremotos. Como las fallas son pequeñas, el problema será relativamente pequeño
Si pensamos en los sismos más importantes que hemos tenido, vienen de la costa, con profundidades de 20 a 25 o 50 kilómetros, y de más de 300 kilómetros de distancia. En contraste, tenemos estos movimientos sísmicos debajo de la ciudad a 5 o 10 kilómetros de profundidad, en promedio tal vez siete u ocho kilómetros.