La temporada de huracanes ya inició en México y Estados Unidos. Durante el jueves 20 de junio, la tormenta tropical Alberto, la primera con nombre, comenzó a disminuir en todo el sur de Texas y se debilitó hasta convertirse en depresión tropical hacia su camino al nordeste de México. No obstante, las fuertes lluvias seguirán afectando la zona y es probable que se produzcan inundaciones y deslizamientos de tierra cerca de zonas de terreno más alto en los estados mexicanos de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
La información en torno a este fenómeno se sigue al minuto con datos oficiales del Centro Nacional de Huracanes (NHC pro sus siglas en inglés); sin embargo, muchos no tienen claro el concepto de un huracán, tormenta tropical o un ciclón, por ello, Gestión Mix te comparte las definiciones de cada una de ellas.
Un ‘ciclón tropical’ es la definición que engloba a los demás. Tanto las tormentas tropicales como los huracanes son ciclones en distintas fases de desarrollo.
Un ciclón es una circulación atmosférica cerrada que gira en la dirección contraria a las agujas del reloj si se encuentra en el hemisferio norte y en la dirección contraria si se encuentra en el hemisferio sur. En general, los ciclones obtienen la energía de los contrastes horizontales de temperatura.
Decimos que un ciclón es tropical cuando el mecanismo empieza a extraer energía térmica de la superficie del océano y la exporta a las capas bajar de la estratosfera.
Una vez que el ciclón empieza a organizarse, se puede distinguir tres fases de su ciclo de vida: perturbación inicial, tormenta tropical y huracán. La fase funciona como una suerte de cajón de sastre para todo aquel ciclón tropical que no puede sostener vientos de más de 61 kilómetros por hora.
Las tormentas tropicales son ciclones capaces de sostener vientos entre 62 y 118 kilómetros por hora. Se trata de tormentas muy intensas que puede causar daño, materiales irreparables, humanos, inundaciones, rachas de vientos y todo tipo de afectación.
Los huracanes son todo aquel ciclón tropical capaz de sostener vientos de más de 119 kilómetros por hora. Su intensidad se divide en cinco categorías que van desde ‘vientos muy peligrosos’ (categoría 1) hasta ‘daño catastrófico’ (categoría 5).
Un tornado es un fenómeno meteorológico localizado y violento. Se forma gracias a tormentas eléctricas que en ocasiones puede alcanzar los 500 km/h y la diferencia de presión que se generan en áreas muy localizadas.
Los tornados son de corta duración pero pueden generar vientos rápidos y destructivos. Frecuentemente se asocian a tormentas severas y, ocasionalmente, pueden surgir en las áreas externas de grandes huracanes.
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