En cada transacción bancaria u operación en la calle, a lo mucho veremos un billete de 100 dólares, no uno mayor, pero eso no quiere decir que no los haya. Sabemos que en Estados Unidos hay papeles moneda de gran denominación, los cuales no se ven muy a menudo debido a que se descontinuaron en 1969 por el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal, pero esto no quiere decir que ya no tengan ningún valor, sino todo lo contrario. Por ejemplo, hay uno de 100,000 dólares. ¿Te imaginas qué harías con él?
Aunque algunos no lo sepan, existe un billete de 100,000 dólares, cifra que te volaría la cabeza, pues es mucho dinero, pero que sería muy complicado —o imposible— verlo por las calles, siendo intercambiado de mano en mano. Es por ello que sería importante conocer un poco más de él, al menos por fotos o sabiendo información sobre su historia, ya sea su fabricación y por qué decidieron emitir una pieza con un valor muy grande.
¿CÓMO ES UN BILLETE DE 100,000 DÓLARES?
El billete de 100,000 dólares fue creado en 1934, pero no para que la gente lo use, sino como papel de intercambio entre los bancos del país, así que los ciudadanos no estaban permitidos utilizarlos. De acuerdo con registros de algunos sitios web, se crearon 10 millones de estas piezas, así que es probable que algunas varias entidades bancarias los tengan en sus almacenes.
Por ejemplo, se conoció que, en 2019, unos 25 mil de estos billetes estaban bajo el poder del Banco de la Reserva de los Estados Unidos, pero se desconoce si esa cantidad en su poder creció o disminuyó con el pasar de los años, por lo que no se podría estimar una cifra exacta.
Respecto a su apariencia, por delante luce como un billete normal, en el que prevalece el color verde. Evidentemente, la cantidad de dinero que representa está impresa en las cuatro esquinas y la persona que sale al centro es el 28° presidente de los Estados Unidos, el señor Woodrow Wilson.
Lo que nos llama la atención de inmediato es el reverso del billete y no por su diseño, sino por el color que se presenta, que no es el verde tradicional, sino que se ve una especie de rojo o anaranjado en todo el diseño.
El papel en el que se imprimieron los billetes es una mezcla de 75% de algodón y el restante 25% de lino, lo que los convierte en una pieza de historia muy importante en la economía del país. Para mala suerte, según Telemundo, en la década de los 60 el gobierno destruyó varios de ellos debido a que ya no iban a ser considerados en los movimientos de dinero.