Estar prevenidos puede marcar la diferencia para sobrevivir durante un desastre natural; sobre todo, los impredecibles temblores para aquellos que viven en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico. Cada vez que hablamos de una mochila de emergencia, debemos recordar que nos puede ayudar a sobrevivir en las primeras horas del desastre. Y si bien, es imposible predecir cuándo será el próximo sismo, es importante mantener una cultura de prevención en los países de alta actividad sísmica. ¿Qué artículos de primera necesidad debe contar este bolso? ¿Cómo lo armo? ¿Qué llevar en un kit de primeros auxilios? Aquí, te doy todas las respuestas a estas inquietudes.
Cuando se vaya la luz, las ondas de radio pueden ser tu única conexión con el mundo exterior. Cualquier radio AM-FM a pilas es crucial durante una emergencia, pero muchos modelos incluyen ahora paneles solares y manivelas para alimentar sus baterías recargables.
Los teléfonos móviles y las tabletas son grandes herramientas de supervivencia, porque puedes descargar todo tipo de información útil y utilizarla como referencia en momentos de necesidad. Pero esos dispositivos son inútiles cuando se quedan sin energía. Las fuentes de alimentación pueden proporcionar múltiples cargas para prolongar la vida de tus dispositivos, hasta que encuentres un lugar donde recargarlos
Como principal recomendación que te doy es que debes saber que las mochilas de emergencia son personales, por lo tanto, todos los integrantes de tu familia deben armar la suya. Además, te recomiendo que sea una mochila impermeable y que tenga costuras reforzadas, dejando libres los brazos. Ahora sí, te comparto la lista de artículos que sí que sí deberás considerar:
De acuerdo con la Clínica Mayo, puedes comprar botiquines de primeros auxilios en farmacias o armar el tuyo con base en tus actividades y necesidades.
Considera también tener siempre aspirina en el botiquín de primeros auxilios. La aspirina puede salvar la vida de un adulto con dolor torácico. Si tú u otra persona tiene dolor torácico por primera vez o sin ninguna explicación, o podría estar teniendo un ataque cardíaco, solicita de inmediato asistencia médica de emergencia.
En principio, la mochila de emergencia debe ser fácil de transportar y contener suministros que puedan sustentarlo durante al menos 72 horas, como te lo mencioné líneas arriba. Aquí tienes una guía paso a paso sobre cómo armar tu mochila:
La bolsa ideal para tus suministros de emergencia debe ser liviana, duradera y fácil de transportar. Una mochila de lona es una buena opción.
Los suministros esenciales que necesitarás variarán según tus necesidades individuales y el tipo de desastres que son comunes en el lugar donde resides. Sin embargo, hay algunos elementos esenciales que todo el mundo debería tener en su mochila de emergencia: alimentos no perecederos, agua, kit de primeros auxilios; entre otros (básicamente, todo lo que te mencionamos al inicio de la nota).
Una vez que haya reunido tus suministros esenciales, tómate un tiempo para personalizar tu bolso y hacerlo más útil para ti. Esto podría incluir agregar elementos que sean específicos de tus necesidades, como: artículos para mascotas, herramientas, mapas, carpas o tiendas de campaña, artículos de entretenimiento, entre otros).
Una vez que tu bolso esté empacado, guárdalo en un lugar seguro y accesible, como cerca de una salida o en un armario designado para suministros de emergencia. Asegúrate también de que todos los miembros de la familia sepan dónde está ubicada la mochila y cómo usar los artículos que contiene.
Finalmente, una recomendación importante que te doy en este punto es revisar periódicamente el contenido de tu bolsa de emergencia y reemplazar cualquier artículo vencido o usado. También debes asegurarte de que la mochila siga siendo apropiada para tus necesidades.
El lugar donde debes poner la mochila de emergencia dependerá del tipo de emergencia para la que te estés preparando y del lugar donde te encuentres en el momento del desastre; pero en general, te recomiendo tenerla en un lugar de fácil acceso y visible, donde pueda ser agarrada rápidamente en caso de necesidad. Por ejemplo, en tu casa, puedes guardar la mochila de emergencia cerca de la puerta de salida.
Si tienes niños en casa, preparar sus mochilas de emergencia es crucial para garantizar su seguridad y bienestar durante eventos inesperados o desastres. Además de los artículos indispensables como puede ser un botiquín de primeros auxilios; o alimentos no perecederos para el niño o niña y la ropa adecuada al clima y la estación; aquí te dejo una guía completa sobre cómo crear una mochila de emergencia para tu hijo:
Al igual que con los niños tener una mochila de emergencia para adultos mayores es crucial para garantizar su seguridad. Te recuerdo, además, tener un bolso para ellos no se trata de crear miedo, sino de empoderarlo para que se sientan preparados y seguros en caso de una situación inesperada. ¿Qué es lo que te recomiendo poner en una mochila para los mayores del hogar? Pues debes tener lo mismo que en una general, pero incluir ciertos artículos específicos para ellos. Aquí una lista importante:
Al armar una mochila de emergencia para sismos o cualquier desastre natural, es fundamental centrarse en los elementos esenciales que pueden ayudar a tu supervivencia y bienestar durante y después del evento. Si bien es tentador empacar todo lo que puedas necesitar, hay ciertos artículos que deben evitarse para garantizar que tu mochila siga siendo liviana, manejable y efectiva. A continuación, te comparto algunas cosas que no debes incluir en tu bolso.
Las mascotas también son parte importante de la familia y por eso, ante la eventualidad de un sismo, deben contar con una maleta con alimentos y productos que necesitan para sus cuidados.
La frecuencia con la que se debe cambiar la mochila de emergencia depende de varios factores, como el clima, la ubicación geográfica, las necesidades específicas de cada persona o familia, y la frecuencia con la que se utilice la mochila.
En general, se recomienda revisar la mochila de emergencia al menos cada tres meses para verificar que los alimentos, las medicinas y otros artículos estén en buen estado y que no hayan caducado. También es importante revisar la mochila después de cualquier evento que pueda haber afectado su contenido, como un incendio, una inundación o un terremoto.
Por supuesto, no puede faltarte el botiquín de primeros auxilios. Necesitas tener material para curar cortes, quemaduras, heridas o algún tipo de lesión. Existen botiquines de todo tipo que van desde los más básicos a auténticos botiquines profesionales. Sin embargo, con que lleves un botiquín con lo básico, es suficiente.
Incluir en tu kit de supervivencia varios anzuelos y un hilo de pescar puede ayudarte a conseguir algo de comida si estás cerca de algún río, lago o mar. Desde luego que es mucho más fácil pescar con caña, pero es mucho más complicado pescar con las manos.
Si bien la mochila nos servirá para afrontar una emergencia las primeras 24 horas, tambien es necesario estar preparado para los días siguientes, por eso es importante implementar una caja de reserva, que debe contar con artículos para usar del segundo al cuarto día de la emergencia y debe almacenarse en un lugar fresco y seco. Esta debe contar con artículos necesarios de higiene, alimentos no perecibles, ropa, abrigo y más.
Una vez armada la mochila de emergencia, acuérdate de mantenerla a punto para cuando sea necesario y de reevaluar su contenido al menos una vez al año:
Como uno nunca sabe dónde estará cuando se produzca una emergencia como un temblor, lo más recomendable es preparar suministros para la casa, el trabajo y el auto. Aquí te sugerimos algunos sitios donde almacenar tu kit para desastres y lo tengas siempre a la mano:
La mochila de emergencia no debe superar los 20 kilos y debe tener un peso ideal de 8 kilos. Este equipaje esencial para emergencias naturales como terremotos, inundaciones, deslizamientos, etc, debe contener implementos para al menos 4 personas.
De acuerdo a las medidas recomendadas por la Earthquake Country Alliance, de la que USGS es socio, hay cuatro pasos básicos que puedes dar para estar más preparado ante un sismo:
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