El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas informó que inició su plan de distribución de comidas escolares en Venezuela, país que según la FAO vive una de las mayores crisis alimentarias del mundo.
Venezuela, que alberga algunas de las reservas petroleras más grandes del mundo, atraviesa una severa crisis económica que ha producido la migración de más de cinco millones de personas desde el 2017, mientras al menos 60% de los hogares es pobre, según un estudio universitario venezolano llamado Encovi.
Las primeras raciones de comida del PMS son para llevar a casa para niños y niñas menores de 6 años en 277 escuelas preescolares y su personal en todos los 25 municipios en el estado de Falcón, en el extremo noroeste del país.
Las madres, padres o tutores recogen las raciones mensuales -con 6 kilos de arroz, 4 kilos de lentejas, 454 gramos de sal yodada y 1 litro de aceite vegetal- en la escuela en la que sus hijos e hijas están matriculados, mientras las autoridades autorizan el retorno a las clases presenciales, suspendidas en el 2020 por la pandemia del COVID-19, explicó Susana Rico, representante del PMA en Venezuela.
El plan es que el programa alcance hasta 185,000 personas a fines de año en tres estados del oeste venezolano --Falcón, Zulia y Táchira-- y se eleve a 850,000 para julio del 2022 con otros seis estados, pero en el oriente del país, agregó.
La meta es suministrar para el año 2023 esas raciones a 1.5 millón de personas en estado de inseguridad alimentaria severa, o gente que ha cambiado sus hábitos alimenticios en tiempo reciente, dejando de hacer al menos una comida al día una vez a la semana.
“Estamos llegando a estos niños y niñas vulnerables en una fase crítica de sus vidas cuando sus cerebros y cuerpos necesitan alimentos nutritivos para que desarrollen todo su potencial”, dijo Rico citada en un comunicado del PMA.
La oposición venezolana ha acusado durante mucho tiempo al gobierno de obviar la crisis humanitaria y condicionar la asistencia alimentaria estatal a la lealtad política, algo que la administración del presidente Nicolás Maduro niega.
Los grupos de ayuda humanitaria presionaron por años a Maduro para que permitiera que el PMA distribuyera alimentos en Venezuela, antes de que firmara un acuerdo en abril. Algunos analistas y diplomáticos occidentales vieron la medida como un avance, mientras buscan persuadir a Estados Unidos y otras naciones para que levanten las sanciones contra el país.