Según el BBVA, la inflación observada en el primer mes del año se debería al alza en los precios de algunos alimentos afectados por el menor abastecimiento de los mercados, y del menú en restaurantes. (Foto: GEC)
Según el BBVA, la inflación observada en el primer mes del año se debería al alza en los precios de algunos alimentos afectados por el menor abastecimiento de los mercados, y del menú en restaurantes. (Foto: GEC)

El estima que la inflación interanual seguirá mostrando altos niveles en el corto plazo, incluso por encima de 8.0%. Esta proyección estaría justificada en los disturbios que persisten en el país y que afectan el normal abastecimiento de alimentos a los mercados, así como el impacto rezagado de la escasez de lluvias y de los elevados precios de los fertilizantes.

Como se sabe, el Índice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana () aumentó 0.23% en enero de este año, cifra por debajo de lo estimado por el consenso de analistas (Bloomberg: 0.51%).

Según la entidad financiera, la inflación observada en el primer mes del año se debería al alza en los (arveja, zanahoria, mandarina, tomate), afectados por el menor abastecimiento de los mercados, y del menú en restaurantes. No obstante, los menores precios de gasoholes y del transporte interprovincial (descenso estacional luego de los feriados de fin de año) compensaron parcialmente.

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Con este resultado, la tasa desubió a 8.7% en enero (en diciembre fue 8.5%), según el reporte.

“La inflación continúa así resistiéndose a bajar luego del pico que alcanzó en junio del año pasado (8.8%). Las renovadas presiones al alza que se observan en los últimos meses sobre los precios de algunos alimentos explican buena parte de esta resistencia, las que responden por ejemplo a la escasez de lluvias en algunas zonas del país, a los elevados precios de los fertilizantes en 2022 (o el disminuido acceso a este insumo) y, de manera más reciente, a las dificultades para abastecer a los mercados en un contexto en que vías de transporte importantes vienen sufriendo bloqueos”, destaca el BBVA.

Por otro lado, la inflación subyacente (que excluye los precios de alimentos y energía) se ubicó en enero en 0.05%. Con ello, este indicador de inflación aumentó en términos interanuales, pasando de 5.6% en diciembre de 2022 a 5.8% en enero, de acuerdo al reporte de la entidad.

“Continúa así en niveles elevados, alejada del rango meta del Banco Central, y, por lo menos de momento, sin señales claras de que empieza a revertir”, detalla.

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Asimismo, el destaca que las expectativas inflacionarias para el 2023 se ubican por encima de 4% (y de 3% para el 2024), y a pesar del débil avance de la actividad económica, no descarta que “el Banco Central suba algo más su tasa de interés de referencia, a 8.0% en febrero (desde el actual 7.75%), nivel que si no el terminal, estaría muy próximo a este”.

“Más adelante, estos elementos que vienen presionando en los últimos meses a la inflación, de naturaleza transitoria, deberían revertir, de manera más clara en el segundo semestre, y junto con el descenso previsto de las cotizaciones internacionales de insumos alimentarios llevar a que la inflación disminuya, convergiendo al rango meta del Banco Central en los primeros meses de 2024″, finaliza la entidad financiera.