El trabajo es una acción productiva y creadora, la cual puede ser física o intelectual, según la psicología. Puede darte una identidad que influye en el autoestima, pero también brinda legitimidad ante la familia y la sociedad.
No obstante, hay quienes se dejan consumir por el trabajo y consideran que su crecimiento profesional es lo más importante en la vida.
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Lamentablemente hay quienes no logran manejar y equilibrar todos los aspectos de su vida. Ante ello, la Yony Bastidas, especialista de la Dirección de Proyectos Especiales de EsSalud, menciona que la adicción al trabajo es una excesiva dedicación y esfuerzo a la ocupación, lo cual genera consecuencias negativas.
Así, indica que se suele demostrar mediante prisa constante y ocupación continua, perfeccionismo excesivo, deterioro de las relaciones interpersonales, déficit de autoestima y descuido de la propia salud.
La especialista señala, además, que el tratamiento se da luego que el paciente se de cuenta de su problema, como cualquiera adicción. En caso lo necesite, tomará fármacos dictados por el médico psiquiatra y, se complementará con la técnica cognitiva-conductual.
La adicción al trabajo no es el único problema al que se puede caer por no equilibrar adecuadamente las áreas de la vida. Por ejemplo, el burnout o síndrome del desgaste, también es un mal por el que varios llegan a consultoría.
Lorena Pastor, psicóloga psicoterapeuta y codirectora de Terapéuticamente, señala algunos síntomas de este padecimiento:
Cabe señalar que el burnout hace referencia a la cronificación del estrés laboral, y podría ser una consecuencia de la adicción al trabajo.
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La psicóloga psicoterapeuta y codirectora de Terapéuticamente, Lorena Pastor, sostiene que la mejora profesional de manera saludable se da con la base de una buena inteligencia emocional.
“Nuestras áreas deben estar en equilibrio: debo llevar un estilo de vida saludable, un manejo adecuado de mis emociones, regalarme tiempo de calidad con las personas que amo y, también, manteniendo un nivel mediante actualizaciones y cursos”, recomienda.
Asimismo, menciona que todo esto debe manejarse con la inteligencia emocional, “habilidad que ahora muchas empresas esperan de sus colaboradores”.
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