VIRAL | Capitán Kelly J. Gordon, conduciendo un superyate. (Instagram captain_kellyjgordon)
VIRAL | Capitán Kelly J. Gordon, conduciendo un superyate. (Instagram captain_kellyjgordon)

Kelly Gordon recuerda claramente su primer encuentro con un yate en 2007. Al subir por los peldaños de una escalera metálica, puso un pie en la cubierta trasera y aspiró el aire salado del mar. En ese momento, no sabía distinguir entre babor y estribor, pero esa experiencia marcó el inicio de una carrera que la llevaría a convertirse en capitana de superyate y una exitosa creadora de contenido en redes sociales. Hoy en Gestión Mix te contaremos la historia que se hizo viral: cómo Gordon logró convertir su pasión por la navegación en un lucrativo negocio paralelo que le genera US$10,300 al mes dedicando solo cinco horas a la semana.

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Gordon, de 42 años, trabajaba como profesora adjunta de química en Carteret Community College en Carolina del Norte. Durante los veranos, comenzó a trabajar en la industria de los yates, un camino que la llevó a convertirse en capitana de superyate para propietarios de embarcaciones de “ultra alta riqueza”. Actualmente, está basada en Palm Beach, Florida, Estados Unidos, y trabaja en un yate de 108 pies.

Su descubrimiento del mundo de los yates ocurrió a los 26 años, cuando fue invitada a una recepción de boda en un barco. Sin conocer a nadie más en la fiesta, ofreció su ayuda al capitán, quien estaba abrumado por la cantidad de invitados. Esa noche, con valentía, le dijo en tono de broma: “Apuesto a que podría manejar esta cosa”. El capitán aceptó mentorizarla y le insistió en que conociera cada sección del barco, desde la cubierta hasta la sala de máquinas, para que pudiera relacionarse mejor con la tripulación.

Para Gordon, la mecánica del yate le recordaba a operar los tractores en la granja de su familia en Indiana. Además, estar en el agua le proporcionó un refugio pacífico de sus luchas mentales. A lo largo de sus 20 años, Gordon enfrentó la depresión y la ansiedad. Sin embargo, buscó ayuda, trabajó con un psiquiatra y comenzó a tomar antidepresivos. A los 29 años, por primera vez, sintió la confianza de poder cuidar de sí misma. Un año después, se convirtió en capitana de yate, equilibrando su carrera en la navegación con su rol como docente hasta 2018.

VIRAL | Capitán Kelly J. Gordon, conduciendo un superyate. (Kelly Gordon)
VIRAL | Capitán Kelly J. Gordon, conduciendo un superyate. (Kelly Gordon)

El ascenso en las redes sociales

En 2019, sus dos hermanos la convencieron de unirse a Instagram y Facebook para mantenerse en contacto más fácilmente. Una de sus primeras publicaciones, sobre un viaje por el río Misisipi durante la pandemia de Covid-19, atrajo comentarios fuera de su grupo de amigos. Esto la motivó a compartir más contenido, incluyendo videos sobre salud mental.

Gordon observó que muchos roles iniciales en los yates son ocupados por jóvenes que toman un año sabático entre la universidad y la búsqueda de empleo. Están lejos de casa, amigos y cobertura celular durante largos periodos, y la convivencia constante con compañeros de trabajo puede ser difícil. En 2021, un seguidor de Francia le escribió diciendo que su contenido le había inspirado a luchar contra una enfermedad grave. Ese fue el momento en que Gordon se dio cuenta de que tenía algo valioso entre manos.

Actualmente, Gordon pasa entre ocho y 16 horas al día en el yate de su cliente, aproximadamente cuatro días a la semana. Publica en redes sociales una vez al día, filmando cuando no está trabajando activamente. Su negocio paralelo le generó casi US$24,000 el mes pasado, superando su mes más lucrativo del año anterior en aproximadamente US$4,000. Su cuenta de cuenta con más de 10,000 seguidores y recientemente inició un podcast sobre salud mental, seguridad en el barco y carreras en la navegación.

Objetivos y estrategias de crecimiento

Gordon tiene grandes metas: espera ganar lo suficiente para pagarse al menos un pequeño ingreso para mayo de 2025 y duplicar sus ingresos cada año hasta alcanzar US$1 millón anuales. Su plan incluye expandir sus proyectos actuales para ganar más dinero a través de asociaciones y patrocinios, y cobrar más por las charlas en público, en lugar de hacer algunas de ellas gratis.

No planea dejar la navegación en el futuro cercano, ya que su atractivo para los seguidores depende de estar a bordo y ella ama estar en el agua todos los días. Espero que esto sea mi trabajo de retiro... viajando por el mundo, apareciendo en eventos, inspirando a la gente y continuando con mis redes sociales”, dijo Gordon a , agregando: “No tengo planes de dejar de manejar barcos en el corto plazo”.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.


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