Imaginen la frustración de ver cómo su factura de electricidad aumenta sin explicación aparente, a pesar de tomar todas las medidas posibles para reducir el consumo. Esto es exactamente lo que le ocurrió a Ken Wilson, un residente de Vacaville, California, Estados Unidos, quien durante 18 años pagó una factura de luz exorbitante, solo para descubrir que en realidad estaba cubriendo el consumo de su vecino.
Ken, un hombre precavido y consciente de su presupuesto, vivió con la preocupación constante de que algo andaba mal con su factura. Aunque su apartamento era relativamente pequeño y hacía un uso limitado de sus electrodomésticos, las facturas de electricidad seguían siendo sorprendentemente altas mes tras mes. Como cualquier persona responsable, Ken decidió tomar medidas drásticas para investigar el problema.
A lo largo de los años, Ken implementó varios métodos para intentar reducir su factura de luz. Apagaba los interruptores eléctricos cada vez que salía de casa y compró un dispositivo para medir cuántos vatios consumía cada uno de sus electrodomésticos. Sin embargo, ninguno de estos esfuerzos tuvo un impacto significativo en sus recibos.
Su desesperación aumentaba cada mes al ver cómo las cifras de su factura continuaban elevándose sin ninguna explicación lógica. “Pensé que había una fuga de energía o que alguien estaba robando mi electricidad”, explicó Ken. La falta de control sobre su propio consumo de energía lo hacía sentir impotente.
Tras años de incertidumbre, Ken decidió ponerse en contacto con su proveedor de electricidad, Pacific Gas & Electric Company (PG&E), en busca de respuestas. Fue entonces cuando finalmente descubrió la causa del problema: durante casi dos décadas, Ken había estado pagando por el consumo eléctrico de su vecino.
PG&E había cometido un error al conectar su medidor de electricidad al apartamento equivocado. Ken vivía en la unidad 91, pero su factura estaba vinculada a la unidad 90, lo que significaba que todos estos años había estado cubriendo los gastos de luz de su vecino. Este error no solo afectó su economía, sino que lo hizo sentir completamente vulnerable.
La empresa PG&E, tras investigar el caso, confirmó el error y se disculpó con Ken. En un comunicado, reconocieron que el problema se debió a una confusión en la conexión del medidor y prometieron tomar las medidas necesarias para corregir la situación. Le ofrecieron un crédito de más de 600 dólares, lo que refleja tres años de pagos indebidos.
Sin embargo, organizaciones de defensa de los derechos de los consumidores creen que esta compensación es insuficiente, considerando que el error afectó a Ken durante casi 18 años. Se estima que el monto que Ken debería recibir es considerablemente mayor, dado el tiempo que pasó pagando una factura incorrecta.
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