Tiendas como Walmart se caracterizan por la introducción de productos, técnicas y sistemas innovadores para sus clientes, un concepto que se vio en el sistema de autopago, el cual permitía a los usuarios que compren sin necesidad de pasar por un colaborador que registre sus productos.
La idea de implementar sistemas independientes era evitar las largas colas que se formaban en las tiendas mientras esperaban su turno. Con esta fórmula de autopago, el cliente registra sus productos, paga con una tarjeta de crédito o débito y se retira del establecimiento.
Pese a ser mucho más veloz que su par tradicional, lo cierto es que los sistemas de autopago han tenido más de un crítico, los cuales parecen haber influenciado en la decisión de Walmart de retirarlos de varias de sus sedes.
A través de un comunicado, Walmart, la cadena minorista más grande de Estados Unidos, anunció la eliminación de los sistemas de autopago en algunas tiendas, optando por la cobranza tradicional llevada a cabo por operadores.
“Buscamos continuamente formas de ofrecer a nuestros clientes la mejor experiencia de compra y eso incluye ajustar el área de pago en las tiendas”, indicó el portavoz del minorista, Josh Havens.
Concebida como un intento para evitar las largas colas que se forman en las cajas durante el proceso de pago, el sistema de autopago le permitía a las tiendas ahorrar en personal, pero también representaban grandes desventajas y críticas.
Entre los aspectos negativos se encuentra que los sistemas de autopago están relacionados con el índice de robos en tienda (shoplifting), pues cuentan con menor supervisión que el pago tradicional con colaboradores.
De acuerdo con datos emitidos por las propias tiendas, desde el año pasado, los robos minoristas han incrementado considerablemente, por lo que varias cadenas han tomado medidas para evitar que esta reprobable práctica continúe realizándose.
“El robo es un problema. Es mayor de lo que ha sido históricamente”, indicó el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillion, en declaraciones recogidas por La Opinión México.
Incluso, como medida preventiva, las principales cadenas colocaron a un supervisor que monitorea que el proceso de compra no se vea afectado por hurtos o manipulaciones.
Sumado a esto, situaciones como fallas en el sistema de lectura del código de barras, información cruzada entre etiquetas y el sistema de la tienda o el ruido que emiten las instrucciones de las máquinas de autoservicio han convertido un método que debía servir para apoyar a los usuarios, en un verdadero problema.
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