La jubilación es un proceso muy esperado para los trabajadores y contribuyentes en Estados Unidos. Para cumplir con el requisito mínimo establecido por la Administración del Seguro Social (SSA) y recibir los beneficios mensuales, millones de beneficiarios continúan trabajando y generando ingresos en el país. Sin embargo, muchos de ellos cometen un error grave mientras esperan su retiro. Lastimosamente, este error se ha extendido por todo Estados Unidos debido a la falta de conciencia sobre la importancia de la planificación financiera para la jubilación y la creencia errónea de que los beneficios del Seguro Social serán suficientes para mantener el nivel de vida deseado. Pero, ¿en qué consiste esta falla?
La administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés) garantiza un beneficio importante a todos sus aportantes, dependiendo la categoría en la que se encuentren y los requisitos que hayan cumplido. Y aunque eso significa una buena noticia para los trabajadores que se encuentran al borde del retiro, también ha generado una confusión dentro de la población laboral que se encuentra entre los 65 y 70 años de edad.
Resulta que, de acuerdo a diversos portales, cada vez hay más aportantes que cometen un error a la hora de jubilarse o pasar al retiro. ¿De qué se trata? Pues, la creencia de que estos beneficios reemplazarán por completo todos tus ingresos laborales.
Uno de los errores que cometemos a la hora de pensar los pagos que remitirá el Seguro Social una vez nos jubilemos es creer que este beneficio suplantará nuestros ingresos corrientes. Dicha premisa no es más que un rumor infundado, pues asó esperes hasta los 70 años para pasar al retiro, el fondo mutuo de pensiones de la SSA no reemplazará jamás el 100% de tu salario e ingresos.
Este aspecto es crucial para tener en cuenta en cualquier etapa de la vida, pero cobra especial relevancia cuando te estás aproximando a la jubilación. Ten en cuenta que si tu salario antes de jubilarte es de nivel medio, es común que los beneficios de jubilación te proporcionen aproximadamente el 40% de ese salario.
Sin embargo, si tus ingresos son más altos, es probable que experimentes un reemplazo proporcionalmente menor con tus beneficios mensuales.
Si no tienes esto en cuenta, corres el riesgo de no planificar adecuadamente tu jubilación. Una decisión acertada que puede beneficiar tu porvenir es la creación de cuentas de ahorros adicionales a través de cuentas de jubilación como 401(k) o IRA, así como la elección del momento óptimo para reclamar tus beneficios del Seguro Social, considerando tu situación financiera.
En caso estés acercándote a la jubilación y planeas depender únicamente del Seguro Social para cubrir todas tus facturas, enfrentarás un severo golpe financiero que podría traer varias consuencias. En cambio, si logras ahorrar para la jubilación, consciente de que los beneficios mensuales del Seguro Social no serán suficientes para cubrir todos tus gastos, es posible que evites el estrés financiero en el futuro y vivas una vida plena y alejada de los problemas económicos.
También es importante tener en cuenta otro aspecto: en los próximos años, es posible que el Seguro Social se vea enfrentado a recortes en sus beneficios. Los expertos han calculado que, en unos 10 años, el programa podría quedarse sin fondos suficientes para atender a todos sus beneficiarios.
En tanto, ello implica que, en el futuro, los jubilados podrían recibir un porcentaje menor de reemplazo de sus ingresos laborales, lo que enfatiza la importancia de ahorrar con mayor responsabilidad.
Si no estás al tanto, la Administración del Seguro Social (SSA) pone a tu disposición una herramienta de cálculo de beneficios estimados. Esta herramienta utiliza tu historial de ingresos actual para proporcionarte una estimación de los beneficios que podrías recibir durante tu jubilación.
Para utilizar esta calculadora, es necesario crear una cuenta My Social Security. Realizar este cálculo de tus beneficios también te ayudará a determinar la cantidad adicional de dinero que necesitarás para cubrir tus gastos mensuales esenciales durante la jubilación. Además, conforme te acerques a la fecha de jubilación, la estimación proporcionada por el SSA será más precisa.
¿Sabías que el sistema de seguro social en Estados Unidos posee un paso previo a la jubilación de tu centro laboral? Se trata de los créditos, una especie de unidades contables que se obtienen a medida que van avanzando los años mientras trabajas y pagas tus impuestos a tiempo. ¿Cómo calcular estos créditos y cuáles son los requisitos para acceder a este beneficio?
El pago del Seguro Social está aprobado y regulado por el gobierno federal encabezado por Joe Biden, aunque no en todos los estados se entrega la misma cantidad de dinero. Así pues, el monto puede variar de acuerdo a diversos factores de cada afiliado, como la edad de jubilación, el historial de ganancias, los créditos de Seguro Social, así como el estado civil y la lista de dependientes. Por ejemplo, en Alabama se paga 1.467 dólares y en Alaska se entrega 1480 dólares, pero ¿cuánto recibe cada estado?
Los hijos, hijos adoptivos o hijastros pueden recibir estos beneficios para cubrir sus necesidades, como la educación. Cuando uno de los padres tiene una incapacidad o fallece, los beneficios de Seguro Social ayudan a estabilizar el futuro financiero de la familia.
En el caso de los menores con incapacidades, cuyos padres o madres tienen pocos ingresos o recursos limitados, posiblemente tengan derecho a los beneficios del programa de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI, por sus siglas en inglés).
La historia del Seguro Social y los aportantes siempre ha estado marcada por las demoras, la burocracia gubernamental y el tiempo. Si bien para algunos se trata de un ejercicio documentario simple, a otros les toca sufrir la poca ayuda por parte de la propia SSA para agilizar el cheque mensual que les corresponde por derecho como beneficiario.
Sin embargo, y aunque existe un sinfín de leyes que regulan estos pagos, aún existen 4 vacíos jurídicos que facilitan estas fugas de dinero hacia los que jamás trabajaron, y, por ende, tampoco aportaron al fondo mutuo.
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