Después del premio mayor que puede llegar a rondar los miles de millones, llevarse el millón de dólares es uno de los más codiciados al jugar Mega Millions. La lotería interestatal de Estados Unidos ofrece esta jugosa recompensa como el segundo premio, y la emoción de ganarlo es palpable en cada sorteo. El millón es el segundo premio y se opción al obtener coincidencia en los cinco primeros números. A diferencia del jackpot, no necesitas también el número del MegaBall. Por ello, hay más probabilidades de que una persona pueda resultar ganadora y, en esta ocasión, ha sido un ciudadano de Nueva York. Aquí te revelaremos de quién se trata.
Hay un total de nueve formas de ganar un premio en Mega Millions, que van desde el premio mayor hasta $2. Con una combinación adecuada de números y un poco de suerte, cualquiera puede convertirse en el próximo afortunado ganador.
En el bullicioso corazón de Nueva York, un neoyorkino de origen hispano, Jesús Ramírez, estaba llevando una vida normal en Poughkeepsie, hasta que un día, su suerte cambió drásticamente. ¿Cómo? Bueno, resulta que se convirtió en el último ganador del premio millonario del Mega Millions en el estado.
Después de comprobar su boleto, su nombre se añadió a la lista de ganadores de la Lotería de Nueva York. Optó por recibir su premio en un único pago de 651,000 dólares después de impuestos. ¿El resultado? Jesús pasó de ser un residente común a un millonario de la noche a la mañana.
Y si eso no es suficiente para emocionarte, el mes pasado vimos a Lissa Rose Márquez, una residente de Jamaica, en Queens, quien también tuvo su momento de suerte al ganar ¡un premio de 1,000 dólares a la semana de por vida en el sorteo Cash4Life.
Los números ganadores que cambiaron la vida de Jesús Ramírez fueron el 14, 31, 34, 50 y 61.
Ramírez tuvo la suerte de atinar a los primeros cinco números del sorteo, una hazaña que lo convirtió en el nuevo millonario de Nueva York.
Jesús Ramírez compró el boleto ganador en la tienda Mukti 590 Petroleum, ubicada en el 119 Bruckner Boulevard, en el Bronx. Esa compra resultó ser la mejor inversión de su vida.
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