El reto de la representación femenina bajo la mirada de Rosanna Ramos-Velita

¿Cómo inició su carrera en el sector financiero?

Mi carrera inició con la decisión de estudiar ingeniería electrónica en la Universidad de North Dakota (Estados Unidos). Desde entonces, he logrado reunir medallas y llevo marcadas cicatrices por tratar de conseguir un espacio equitativo dentro del rubro, con las mismas oportunidades.

Desde su experiencia, ¿cuánto se ha avanzado en cerrar la brecha de género en el rubro de banca y finanzas?

En el Perú, hemos tenido avances, pero todavía tenemos un mindset muy arraigado que ataca a todos los niveles socioeconómicos de nuestro país. Este problema es cultural. Lo he visto en todos los niveles profesionales, desde los puestos operativos hasta gerentes con comentarios machistas o sexistas. Cambiar eso, no es fácil.

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¿Qué acciones está tomando Caja Los Andes para hacer frente a este reto?

Desde mi ingreso a la compañía, he tenido un objetivo bien claro: lograr la paridad dentro de la organización. Actualmente, el directorio de la compañía tiene el 60% de participación femenina. Además, desde la plana gerencial, también se ha hecho un gran trabajo para llegar a la paridad.

¿Cuál es el porcentaje de participación femenina?

Somos casi 1,000 colaboradores y ya casi el 50% de la compañía son mujeres. Lo más importante es que la cabeza de la organización esté comprometida e incluya el objetivo de llegar a paridad. Es decir, que el líder vea como un objetivo estratégico o un objetivo de negocio el dar oportunidades equitativas a todos. Está bien tener apoyos externos con consultorías y talleres, pero si no existe el compromiso de los líderes, es muy difícil lograr ese cambio estructural.

¿Ha sido fácil lograr el compromiso de sus partners en este objetivo?

Ser presidenta de un directorio en un rubro tradicional no es cotidiano. Como te comentaba, aquí hay un tema de mindset y hay que hacer un trabajo continuo. Yo lo veo como innovación y comparto esa visión con mis pares. La transformación digital, por ejemplo, es un cambio cultural muy difícil. Parte de innovar alcanza a estos temas también. Uno de los aspectos fundamentales para la innovación es tener diversidad en el equipo de trabajo y los beneficios a largo plazo incluyen adoptar políticas de paridad dentro de la empresa.

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Más allá de las políticas internas, ¿hay alguna iniciativa para empoderar a las mujeres en el rubro financiero?

Caja Los Andes viene piloteando una nueva iniciativa de empoderamiento para las mujeres empresarias y microempresarias. Se llama Lara de Los Andes, una fintech que se encuentra en fase de desarrollo de producto, que tiene una visión holística de lo que una mujer necesita para lograr su independencia financiera.

¿A cuántas mujeres esperan impactar positivamente?

Nuestro objetivo es llegar al millón de mujeres microempresarias y 100 millones empresarias a nivel global, porque está dirigido a cualquier mujer con perfil empresarial, con ganas de crear su propia empresa”, detalla.

Si desde su experiencia, no hemos avanzado mucho, ¿qué nos falta para cerrar la brecha?

Creo que vamos dando pasos de a poquitos, pero los cambios culturales toman tiempo. En la industria se debe entender que, pese a las tendencias de inclusión en las organizaciones, nada va a cambiar si la cabeza de la empresa no está convencida de las brechas que existen y que es necesario tomar acción al respecto.

¿Algún mensaje para las mujeres?

El sistema está acostumbrado a decirnos no. Tenemos suficientes ‘no’ en la vida como para limitarnos nosotras mismas. Invito a las mujeres a persistir en alcanzar sus objetivos y en buscar tener una participación más activa en industrias que históricamente están más dominadas por varones.