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Agentes antidrogas decomisaron más de dos toneladas de cocaína valuada en US$ 90 millones que iba ser trasladada a Bélgica desde el puerto marítimo del Callao, informó la Policía Nacional del Perú (PNP).
La cocaína fue confiscada en un operativo policial realizado la madrugada del martes, durante el toque de queda impuesto por la pandemia de coronavirus, en uno de los almacenes del puerto localizado en la costa central de Perú.
El cargamento estaba repartido en 71 paquetes, con un peso total de 2.2 toneladas. La droga había sido camuflada en un contenedor de carga repleto de café cuyo destino era Bélgica.
“Está información del contenedor con droga ya estaba siendo manejada por personal de Inteligencia de la policía. Estamos tras los cabecillas de la organización”, declaró el coronel de la sección antidrogas, Jhonel Castillo.
En el operativo policial no hubo arrestos.
Los paquetes están identificados con logos especiales, como una corona, una pistola y una cruz además del nombre Perú.
“Estos logos no solo identifican a la organización, sino que revelan el nivel de pureza de la droga (proveniente) del Vraem”, indicó Castillo.
El acrónimo Vraem alude al valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, el mayor valle cocalero del país al este y sureste del país, en donde conviven remanentes del grupo guerrillero Sendero Luminoso y campesinos productores.
Perú es uno de los mayores productores mundiales de cocaína, con unas 400 toneladas anuales, según datos oficiales.
La policía asegura que en territorio peruano actúan carteles de la droga mexicanos y colombianos, en alianza con grupos locales.
Después de Colombia, Perú es junto a Bolivia uno de los mayores productores de hoja de coca, materia prima de la cocaína.