Las limitaciones del Perú para producir sus propias pruebas de diagnóstico de coronavirus no son tecnológicas, sino de conocimientos y plazos, sostiene José Silva Pellegrin, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan).
Las pruebas de diagnóstico de coronavirus son un elemento clave para mitigar el número de contagios, por lo cual su demanda en el mercado internacional es muy grande y sus precios se han elevado. La estrategia sanitaria del Perú incluye la aplicación de test rápidos y pruebas moleculares de diagnóstico, que importa de laboratorios del exterior.
Las pruebas moleculares son consideradas las más eficaces, porque detectan el material genético del virus desde su fase inicial, mientras las pruebas rápidas buscan los anticuerpos en una muestra de sangre de la persona presuntamente infectada, por lo que podrían arrojar un falso resultado negativo durante los primeros días de incubación del virus.
Días atrás, el ex jefe del Instituto Nacional de Salud (INS), Ernesto Bustamante, sostuvo que en el país hay por lo menos una decena de laboratorios farmacéuticos con la capacidad de producir sus propias pruebas moleculares, pero que requerirían apoyo del Estado peruano para hacerlo a gran escala.
Plazos
Al respecto, Silva Pellegrin confirmó que los laboratorios peruanos tienen la capacidad técnica para producir dichos test, pero no podrían hacerlo en los plazos adecuados.
“El proceso para producir una prueba de diagnóstico (molecular) no depende únicamente de la parte tecnológica, sino también de la parte regulatoria (…). Si en estos momentos nosotros iniciamos el trabajo para hacer estas pruebas, cuando terminemos de hacerlas, la demanda ya no va a estar en los niveles en los que está ahora”, explicó a Gestion.pe.
Según señaló, Corea del Sur pudo producir rápidamente los reactivos para el diagnóstico de la infección por SARS-CoV-2 (causante del Covid-19) gracias a los años de experiencia que tiene en la elaboración de reactivos utilizados para detectar otras variedades de coronavirus. Pero el Perú no cuenta con estos experimentos previos, por lo que la elaboración de dichas pruebas tardaría por lo menos un año.
“Sí podríamos (producir pruebas moleculares). Nuestra limitación es por los tiempos, no tecnológica, nuestra limitación está un poco en nuestra cabeza. Tardaría uno o dos años hacer los reactivos, probarlos y haberlos certificado. ¿Pero quién va a ponerse a producir pruebas en estos momentos sin la participación de los elementos que están involucrados en la regulación?", expresó.
Además, sostuvo que en el mercado internacional “existe una relativa abundancia de pruebas (de diagnóstico) en este momento”, aunque con precios cada vez más altos. “Este boom de necesidades se va a regular en los próximos meses”, añadió.
Finalmente, el presidente de Adifan consideró que el Gobierno peruano “debería hacer el esfuerzo, hasta el último minuto, por obtener las pruebas moleculares”, porque detectan la presencia del virus en sus fases iniciales, lo que las hace “mucho más certeras que las pruebas rápidas”, y sugirió que se aplique ambas a cada paciente.
Sin embargo, el ministro de Salud, Víctor Zamora, dijo recientemente que las pruebas rápidas pueden ser consideradas equivalente a las moleculares. “Proponemos que en el Perú, la prueba rápida en condiciones de epidemia no sea considerada complementaria, sino equivalente a la prueba molecular”, dijo en conferencia de prensa.
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