Lecciones desde los gobiernos regionales

Imaginen un espacio público en el que se reúnan alcaldes y representantes del gobierno regional de la localidad donde vivan y delante de la prensa y la sociedad civil ,la que también los sigue por las redes sociales y un medio televisivo en vivo, expresan públicamente que se comprometen a impulsar la mejora regulatoria, a tomar decisiones para mejorar el proceso regulatorio y la tramitología, y así impulsar la competitividad e incrementar la transparencia y la rendición de cuentas ante la ciudadanía.

Imaginen que el gobernador de la región brinda un discurso en el que expone cómo nuestras sociedades han llegado a ser sociedades de la desconfianza, en donde los ciudadanos desconfían en sus instituciones, vuelve miedosos a los funcionarios y los incapacita a tomar decisiones, convierte a los trámites en algo engorroso y a las normas en mecanismos que incrementan costos y mantienen el statu quo, como un círculo vicioso sin fin.

Imaginen que el discurso menciona cómo el Estado es uno de los principales responsables ,sino acaso el principal, de la informalidad y la corrupción porque “orilla” a sus emprendedores y ciudadanos hacia ese camino y no les da margen de acción. Estos últimos tienen que pasar por un vía crucis que parte de la desconfianza de meses de idas y vueltas para obtener una decisión de la autoridad, muchos de ellos pagando por sus inversiones, sin operar un solo día.

Imaginen que este mismo gobernador de región insta a sus alcaldes a meterse de lleno a abordar este problema desde la implementación de la mejora regulatoria, evitando “maquillarla” con la reducción de algunos días en los plazos o haciendo cambios puntuales en algunos artículos; es decir, los impulsa a hacer verdaderas reformas.

Y los reta a ser capaces de poner en cada municipalidad un cartel que diga: “Aquí puedes abrir tu negocio en un día”, a crear una ventanilla única para ayudar al ciudadano y al pequeño y gran empresario, en el que pueda ser atendida cualquier consulta o pedido que surja, evitando la confusión sobre qué área estará a cargo.

En su discurso, este mismo gobernador de la región explica, a todos estos funcionarios y a la sociedad, que no basta con suscribir acuerdos que serán encajonados o con adoptar reglamentos, sino que lo que se necesita es voluntad de hacer el cambio y que este se logra con muy pocos recursos, pues lo que se necesita es cambiar el “chip” del funcionario.

Imaginen que, en este espacio, todos ellos firman un acuerdo, el inicio de una verdadera cooperación y colaboración en que la región brindará apoyo a las municipalidades para ayudarlas a implementar la mejora regulatoria, de la mano con el uso de tecnologías y del sector privado, y todos ellos se convierten en miembros del Consejo Estatal de Mejora Regulatoria.

¿Pueden imaginarlo? Pues yo tuve el privilegio de ser testigo de esto en el estado de Guanajuato (México) en el marco del primer foro “Impulso a la Competitividad a través de la Mejora Regulatoria”, realizado el 30 de marzo del 2023.

Este logro de una autoridad subnacional merece ser replicado. No dudo que el estado de Guanajuato podrá ver los resultados si implementa la mejora regulatoria y podría convertirse en el referente de su país. Me gustaría verlo,

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