FOTO 5 | Reto 5. Lavado de dinero. Diferentes participantes, incluyendo bancos centrales y comerciales, así como gurús inversionistas, han desestimado e incluso prohibido las transacciones de criptomonedas, citando su naturaleza imposible de rastrear y su reputación de medios para actividades delictivas. En el caso de los bancos, es oportuno resaltar las complejas leyes y regulaciones a las que son sometidos —lavado de dinero, financiamiento al terrorismo— así como los graves delitos que les son imputables —incluyendo fraude de valores y manipulación de mercado.

Por ahora, existe una dura batalla entre las percepciones y realidades de las criptomonedas para diagnosticar las proporciones de sus fines. Por un lado, son sonados los casos de sitios como Sheep Marketplace y Silk Road como portales donde se cometían transacciones ilegales —personas conectadas con ellos han sido acusadas de lavado de dinero, entre otros cargos.

Por el otro, se encuentra la proporción de actos ilegales de personas que tienen criptomonedas: de acuerdo con un estudio publicado recientemente, solo el 1% de las actividades del Bitcoin tuvieron fines ilícitos. Es cierto que las transacciones públicas son anónimas; sin embargo, cada usuario (o wallet) tiene una llave pública con la cual se puede seguir las transacciones que se hacen. Si la compra se hace a través de un exchange maduro, la llave pública queda registrada a nombre de una persona de la cual se tienen sus datos.
FOTO 5 | Reto 5. Lavado de dinero. Diferentes participantes, incluyendo bancos centrales y comerciales, así como gurús inversionistas, han desestimado e incluso prohibido las transacciones de criptomonedas, citando su naturaleza imposible de rastrear y su reputación de medios para actividades delictivas. En el caso de los bancos, es oportuno resaltar las complejas leyes y regulaciones a las que son sometidos —lavado de dinero, financiamiento al terrorismo— así como los graves delitos que les son imputables —incluyendo fraude de valores y manipulación de mercado. Por ahora, existe una dura batalla entre las percepciones y realidades de las criptomonedas para diagnosticar las proporciones de sus fines. Por un lado, son sonados los casos de sitios como Sheep Marketplace y Silk Road como portales donde se cometían transacciones ilegales —personas conectadas con ellos han sido acusadas de lavado de dinero, entre otros cargos. Por el otro, se encuentra la proporción de actos ilegales de personas que tienen criptomonedas: de acuerdo con un estudio publicado recientemente, solo el 1% de las actividades del Bitcoin tuvieron fines ilícitos. Es cierto que las transacciones públicas son anónimas; sin embargo, cada usuario (o wallet) tiene una llave pública con la cual se puede seguir las transacciones que se hacen. Si la compra se hace a través de un exchange maduro, la llave pública queda registrada a nombre de una persona de la cual se tienen sus datos.

¿Qué son exactamente las criptomonedas, el y la Blockchain? ¿Es seguro invertir en ellos? El Área de Estudios Económicos de la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc) define estos tres conceptos y su relación entre sí.

En primer lugar, la es una moneda virtual basada en la criptografía para su seguridad; la más conocida, por ser la primera y de mayor capitalización de mercado, es Bitcoin, el cual surgió en el 2009 con el objetivo de crear un sistema de pago en línea con dinero electrónico, bajo el esquema de redes de pares.

Las criptomonedas basan su existencia en una especie de hoja de cálculo global en donde se registran todas las transacciones, llamado “Blockchain” que se caracteriza por ser verificable y descentralizado. Así, las huellas de todas y cada una de las transacciones que se realizan se van acumulando en bloques.

De acuerdo con Coin Market Cap, actualmente existe una cantidad de monedas alternativas al Bitcoin que sobrepasa las 1,500, basadas en tecnología Blockchain, pero con características y objetivos diferentes. Algunos ejemplos son Ether (ETH) y XRP, las dos con mayor capitalización de mercado detrás de Bitcoin.

Si bien las criptomonedas han tenido una tendencia al alza, en enero pasado la caída en el valor de las principales ha sido fuerte. Así, el precio del Bitcoin descendió de US$ 19,926 (pico histórico) a US$ 6,111, entre 17 de diciembre del 2017 y el 4 de febrero del presente año, cayendo en casi 70%.

Esta volatilidad se debe a regulaciones impuestas en algunos países para limitar su expansión y uso, además de los comentarios negativos de personas influyentes.

Resulta que la altísima volatilidad en los precios de estos activos se relaciona a una característica que es su principal fortaleza y a la vez su mayor debilidad: la ausencia de un tercer validador de confianza, ya sea un banco central, gobierno o una entidad fuerte.

Si bien estas características permiten que las transacciones sean más baratas y rápidas, a su vez impide que estas monedas cuenten con algún respaldo para su valor.

Asbanc concluye con su preocupación por la ausencia de un ente monetario que respalde a las criptomonedas. Al carecer de un banco central detrás de ellas, estas se hacen sumamente volátiles, lo cual podría restarles legitimidad como medio de pago e impedir su aceptación generalizada a nivel mundial.

Si el público piensa en comprar criptomonedas, la recomendación sería invertir solo el dinero que podría permitirse perder.