Una forma simple pero poderosa de conectarse y cuidar a los empleados es reconocer sus emociones, especialmente las negativas. (Foto: GEC)
Una forma simple pero poderosa de conectarse y cuidar a los empleados es reconocer sus emociones, especialmente las negativas. (Foto: GEC)

El entorno tumultuoso de hoy: la pandemia, la economía, la guerra, la política divisiva, la naturaleza cambiante del trabajo y la continua incertidumbre, genera emociones en casi todos. Y esas emociones, sin duda, tienen un impacto en el compromiso de las personas en el trabajo.