Una parte crucial de las finanzas corporativas se está volviendo a activar tras la irrupción del COVID-19, lo que significa que los bancos tendrán un tiempo relativamente tranquilo respecto del financiamiento de adquisiciones a medida que los acuerdos se aceleren durante el resto de 2021.
El volumen de créditos con grado de inversión aumentó 75% en el segundo trimestre con respecto al año anterior a US$420,800 millones, según la tabla preliminar de datos de Estados Unidos de Bloomberg. Entre estos se incluyen préstamos puente para grandes adquisiciones y líneas de crédito renovables. Los préstamos para financiar adquisiciones se dispararon un 318% a US$97,500 millones, y casi la mitad de dicha suma provino de la enorme escisión de WarnerMedia de AT&T Inc.
“El segundo trimestre se caracterizó por bastante actividad de refinanciamiento, un resurgimiento de algo de actividad de fusiones y adquisiciones y una gran receptividad de los bancos en todos los ámbitos”, dijo Robert Danziger, director gerente de mercados de capital de deuda en Mitsubishi UFJ Financial Group. “Soy optimista de que veremos un repunte en la actividad de fusiones y adquisiciones, tanto a nivel nacional como internacional”.
Los préstamos corporativos con grado de inversión se realizan entre una empresa y su grupo bancario y son una parte clave de las relaciones de los bancos con las empresas. Las compañías recurrieron en masa a sus líneas de crédito renovables al comienzo de la pandemia de COVID-19 para tener efectivo disponible, al tiempo que las cuarentenas provocaban el cierre de los negocios. Al mismo tiempo, muchas empresas obtuvieron liquidez adicional a través de líneas de crédito renovables a corto plazo o préstamos a plazo de sus bancos. Sin embargo, los bancos evitaron ofrecer instrumentos crediticios de más de 364 días, al tiempo que el aumento del riesgo condujo a mayores precios.
Pero ahora los precios han vuelto a los niveles previos al COVID-19 y nuevamente están disponibles los instrumentos habituales a cinco años. El regreso a la normalidad se puede ver en el volumen de refinanciamiento, que correspondió a alrededor del 39% del volumen total entre abril y junio.
Una pequeña parte del aumento en el volumen de refinanciamiento se puede atribuir a algunas empresas que eligen preservar sus instrumentos de liquidez del COVID-19, ya sea transfiriéndolas a una línea de crédito renovable más grande o creando una nueva línea de crédito independiente a más largo plazo, agregó Danziger. Algunas empresas optaron por mantener esa liquidez adicional porque sus ingresos aún se están recuperando de la pandemia, tienen una gran presencia internacional o sus cadenas de suministro aún se ven afectada por las restricciones de cuarentena, o tienen franquicias que aún necesitan la liquidez adicional, dijo.