En el mundo del emprendimiento, algunas historias destacan por su capacidad de inspirar y sorprender. Tal es el caso de Leena Pettigrew, una mujer de 44 años que, con determinación y un poco de suerte, convirtió su garaje en un negocio secundario que le genera ingresos mensuales de US$12,400. Hoy en Gestión Mix te cuento cómo lo logró y las lecciones que podemos aprender de su experiencia.
El inicio de un inesperado negocio
Todo comenzó en 2017 cuando Leena recibió su primera planta de interior, una Pothos dorada, conocida por ser una de las plantas más fáciles de cuidar. Sin embargo, a pesar de su reputación, Leena no logró mantenerla viva. Cinco años después, tras un intento fallido, decidió darle otra oportunidad a las plantas. Junto a su esposo, Marquise, estaban redecorando su casa en Houston, Estados Unidos, y necesitaban llenar los rincones vacíos. Así que, sin pensarlo demasiado, Leena fue a una tienda de jardinería y compró un par de suculentas.
Lo que comenzó como un pasatiempo se convirtió rápidamente en una obsesión, y luego en un lucrativo negocio secundario. Su hogar pronto se vio “invadido” por enormes plantas de hasta 8 pies de altura, como las populares Monsteras. Fue entonces cuando Leena empezó a buscar formas de vender sus plantas excedentes en línea. Descubrió Palmstreet, un mercado en línea para artículos de decoración del hogar, y comenzó a subastar sus plantas a través de transmisiones en vivo el pasado junio.
El crecimiento de un negocio rentable
Desde julio de 2023 hasta julio de 2024, Leena generó cerca de US$148,600 en ingresos, lo que equivale a un promedio de US$12,380 al mes, según CNBC Make It. Ella almacena hasta 1,000 plantas a la vez en su garaje, que ahora funciona como un invernadero. A pesar de que Leena tiene un trabajo a tiempo completo en el área de TI, donde gana aproximadamente US$90,000 al año, dedica alrededor de 20 horas por semana a abastecer, vender y enviar las plantas. Además, Leena también trabaja como consultora remunerada para Palmstreet, ayudando a capacitar a nuevos vendedores.
Este negocio secundario ha resultado tan rentable que ha reemplazado los ingresos a tiempo completo que tenía Marquise. Ahora, la pareja gestiona este trabajo secundario juntos, junto con cinco empleados contratados, desde su garaje convertido en invernadero.
Cómo desarrollar un trabajo secundario de plantas de interior
Para desarrollar sus habilidades de jardinería, Leena pasó mucho tiempo en YouTube. Ella y su esposo solían acostarse viendo videos en sus teléfonos sobre cuidado de plantas y pesca con señuelos, respectivamente, antes de dormir.
Vender plantas de interior resultó ser más un proceso administrativo que un pasatiempo, explica Leena. Al principio, mientras vendía sus plantas adicionales a compradores locales en Facebook, se dio cuenta de que disfrutaba de las interacciones. Pero crear un negocio real, desde abastecerse de inventario hasta llevar un registro organizado de cada venta de cliente, requería tiempo y esfuerzo.“Pasé horas y horas rastreando cada compra y gasto en hojas de cálculo”, comenta Leena.
En PlantCon Houston, una feria para entusiastas de las plantas de interior, conoció a otro vendedor que la convenció de probar Palmstreet, que en ese momento se llamaba PlantStory. La plataforma, que prometía encargarse de gran parte del trabajo administrativo, ofrecía dos opciones: una tienda en línea tradicional y un sistema de subasta en vivo, donde Leena podía vender plantas en tiempo real frente a la cámara.
Al principio, Leena optó por listar algunas plantas en su tienda en línea, pero tomar fotografías y escribir descripciones para cada una consumía mucho tiempo. Entonces probó la función de subasta en vivo y, aunque al principio se sintió incómoda frente a la cámara, la presencia de su esposo Marquise, que organizaba las plantas a su lado e improvisaba bromas, ayudó a suavizar la situación. Esa primera subasta duró aproximadamente cuatro horas y vendió 53 plantas, según un portavoz de Palmstreet.
Reorientando la vida alrededor de un trabajo secundario
Hoy en día, Leena vende alrededor de 100 plantas por transmisión en vivo. Con una audiencia establecida y una buena reputación, puede cobrar más por planta, comenzando a US$30 en lugar de los antiguos US$5. Las plantas más grandes, como las Monsteras, pueden venderse por más de US$115 cada una.
Los ingresos adicionales permitieron a Marquise, quien ahora ocasionalmente también realiza sus propias transmisiones en vivo, alejarse en gran medida de su trabajo a tiempo completo: dirigir un taller de reparación de automóviles co-propiedad de la pareja. Aunque Marquise aún trabaja unas seis horas a la semana en el taller, principalmente para amigos y familiares, el cambio ha sido positivo para ambos.
“Dirigir el taller a tiempo completo era estresante”, explica Marquise. Los empleados dependían de la pareja para su sustento, y los clientes a menudo estaban preocupados por sus coches, la factura o cuándo podrían regresar a trabajar.
En contraste, gestionar trabajadores contratados para el negocio de plantas es una experiencia menos estresante, comenta Leena. Los empleados solo dependen de ellos para trabajo a tiempo parcial, por lo que el éxito del negocio no se siente como una cuestión de vida o muerte. Además, el trabajo es menos intensivo en mano de obra y los clientes son generalmente más fáciles de tratar.
Mirando hacia el futuro
Juntos, Leena y Marquise ahora cuentan con cinco fuentes de ingresos: el trabajo de TI de Leena, las ventas y la consultoría en Palmstreet, el taller de automóviles, y un trabajo de mecánico virtual que Marquise ha tomado en su tiempo libre.
El dinero ayuda a mantener el taller abierto y también ha financiado recientemente algunos viajes de fin de semana por Texas para mantener su salud mental. “Cuando ambos trabajamos desde casa, con nuestro negocio secundario en el garaje, puede ser difícil desconectar,” comenta Leena.
Si el negocio secundario llega a superar su salario a tiempo completo, Leena planea vender el taller de automóviles, mudarse a Florida, abrir su propio invernadero y contratar suficiente personal para que ella y Marquise solo necesiten trabajar a tiempo parcial. Esto podría ocurrir en el próximo año o dos, dice Leena.
Con más tiempo libre, la pareja podría dedicarse a otras pasiones, como el trabajo de predicación voluntaria, añade Leena.
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